Cualquier persona con la que nos comunicamos puede ser un potencial empleador. Esa es la premisa de una de las últimas técnicas que se creó en los noventa y que es usada en las principales escuelas de negocio, como la Harvard Business School.
Elevator Pitch es una técnica que establece que 60 segundos es el tiempo suficiente para que una persona sea capaz de presentar su currículum con argumentos sólidos y diferenciales, con el objetivo de despertar el interés y convencer a cualquier interlocutor. Obviamente, con el fin de conseguir un empleo.
Elizabeth Pérez, consultora de la multinacional de Recursos Humanos Randstad, lo define. “A diferencia de una entrevista de trabajo o una negociación, el objetivo no es llegar a un acuerdo inmediato, sino que captar la atención de quien está enfrente. Por eso, los esfuerzos deben orientarse en provocar ganas de conocer más sobre ti, dejando un recuerdo positivo que anime a seguir la conversación posteriormente”, dice.
Definir las metas
¿Cuales son las claves para condensar lo mejor de tus habilidades laborales en 60 segundos? La experta señala que lo primero es “analizar y delimitar los objetivos que quieres alcanzar es parte
esencial del proceso de elaboración de un Elevator Pitch. La máxima es sencilla, si no sabes qué quieres conseguir, ¿cómo lo va a descifrar tu interlocutor? Por eso, es fundamental preguntarse qué
esperas de la conversación y qué oportunidades buscas generar”.
Esencial, agrega Pérez, es identificar el momento idóneo para acercarte a la persona que buscas encandilar con tu Elevator Pitch. “Las ferias de trabajo, las convenciones o los eventos relacionados a tu sector, son lugares adecuados para abordar a las personas que pueden contribuir a conseguir el puesto deseado. Por otro lado, como el primer contacto es crítico, es necesario trabajar la expresión corporal, la vestimenta y elegir las palabras idóneas”, explica.
La finalidad del método no es saturar al interlocutor, sino que generar la conexión necesaria que promueva un segundo encuentro. Para ello, es clave demostrar el valor agregado que tus conocimientos resultarían para una empresa. «Es preferible gestionar las expectativas y dejar la puerta abierta para ampliar los puntos que se están tratando, proporcionando otras vías de comunicación, ya que si todo ha ido bien, se habrá creado la necesidad de volver a contactar”, afirma Pérez.
Un CV parlante
Condensar tu CV en un discurso de 60 segundos no implica ametrallar a tu interlocutor con antecedentes laborales. Es preferible, según la experta, definir únicamente los antecedentes claves según el empleo que se pretende. Es importante tener un dominio acabado de la profesión a la que se apunta. Primero, para saber qué aspectos relevar en un minuto, y segundo para dominar un discurso que demuestre conocimientos, pero con un lenguaje sencillo.
Pérez enfatiza que “en un mercado tan competitivo, aprender a destacar y presentarse es una habilidad muy positiva», por lo que no es recomendable usar una jerga tan técnica ni acrónimos, ya que el interlocutor puede ser un mediador y no especialista. A eso le suma que un Elevator Pitch tiene el plus de que en ese minuto puedes sacar a lucir tus habilidades comunicacionales, presentando lo que destaca de tu marca personal.