La crisis en Venezuela se agudiza cada día más y las cifras, que el presidente Nicolás Maduro no quiere ver, sólo empeoran. De acuerdo con el último estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 3,7 millones de venezolanos sufren hambre, mientras que más de 2,3 millones ya han escapado del país.
Según el informe La seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, aproximadamente el 11,7% de la población del país petrolero estuvo subalimentada en el periodo 2015-2017, un millón de personas más que hace una década.
Al aumento del hambre, se suma la malnutrición: 25,2% de la población adulta sufre obesidad y 23,9% de las mujeres en edad reproductiva presentan anemia durante el 2016.
Los datos revelados por la FAO el martes pasado sobre Venezuela impactaron directamente al escenario que se vive en América del Sur, región que si bien disminuyó del hambre en países claves como Bolivia y Nicaragua, aumentó un 1% producto de la crisis en el país petrolero, pasando de un 5,3% en 2016 a un 5,4% en 2017.
Intensa crisis en Venezuela
La Organización de Naciones Unidas (ONU) asegura que ya son cerca de 2,3 millones los venezolanos que han huido de su país desde el 2014, producto de la falta de alimentos y de medicamentos, alrededor del 90% de ellos se han quedado en Sudamérica.
Sin embargo, el gobierno insiste en que se trata de un «flujo migratorio normal» que se quiere transformar en una crisis humanitaria para justificar «una intervención internacional de Venezuela».
Maduro dijo recientemente que no pasan de 600 mil los venezolanos que han salido en los últimos dos años y que más del 90% están arrepentidos. Las autoridades venezolanas informaron que en los últimos días han regresado unos 2.800 venezolanos desde Brasil, Ecuador, Perú, Colombia y Argentina.
El país liderado por Nicolás Maduro se ha visto enfrentado a una cruenta crisis producto de la inflación, que podría superar 1.000.000% este año, según el FMI.