Ante cualquier circunstancia, Carlos, Guillermo, George y Charlotte tienen prohibido viajar juntos. ¿La razón? Una medida de seguridad que busca garantizar el linaje de los Winsord frente a la Casa Real Británica, pues así se evita perder a la línea de sucesión de ocurrir algún accidente durante el trayecto, sea por avión, barco o carretera.
En esta foto, de agosto de 1998, Guillermo se despide del príncipe Carlos, quien voló junto a Harry a Atenas, Grecia, mientras que él tomó otro avión para el mismo hacia la misma ciudad.
Regla no escrita
Según los expertos de la realiza, es una regla no escrita, pero de estricto cumplimiento; que apenas fue violada en 2014 cuando nació George y el príncipe William pidió a su abuela, la reina Isabel II, hacer una excepción para que él, su esposa Kate y su bebé cumplieran con una gira en Australia y Nueva Zelanda.
Para esa ocasión, un vocero de la Casa Real declaró a la BBC que “a pesar de que no hay una regla oficial al respecto, los herederos reales ya han viajado juntos en el pasado, así que la Reina tiene la última palabra la respecto”.
Un príncipe transgresor
De hecho, Guillermo, segundo en la línea de sucesión después de Carlos, ha viajado en varias ocasiones junto a sus dos hijos, George y Charlotte, rompiendo esta regla antigua que él mismo cumple irrestrictamente desde su infancia y adolescencia con su padre.
De hecho, han viajaron a Polonia los cuatro regalando al mundo una imagen inolvidable en el descenso del avión. Sin embargo, cuando el recorrido se extiende, el príncipe y la Duquesa de Cambridge dejan a los niños bajo el cuidado de la niñera.
De hecho, la reina Isabel II nunca violó esta norma durante sus extensas giras por los países de la corona y el mundo entero. Siempre dejó a sus hijos en manos de sus institutrices; es especial a Carlos, su primogénito.
Los seguidores de la realeza creen que la Reina ha dado su brazo a torcer debido a los altos niveles de seguridad que la tecnología ofrece a la aeronáutica hoy en día; pero solo el tiempo nos dirá si William podrá seguir disfrutando de sus pequeños durante los vuelos o deberá someterse a tan insólita medida para garantizar su linaje.
