Mayor competencia, nuevos destinos y pasajes más baratos. Estos serían algunos de los beneficios a los que usted podría acceder si se llega a concretar el arribo de cuatro nuevas aerolíneas al país.
Se trata de la argentina low cost Flybondi, la peruana Peruvian Airlines y las estadounidenses Dynamic International Airways y One Sky, las que actualmente están realizando los trámites correspondientes con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). A esto se suma la ya confirmada llegada de la línea Emirates, cuyas operaciones comenzarán el 6 de julio.
“Esto permitirá que los usuarios dispongan de nuevos destinos y una mayor variedad de precios”, explica el gerente de comunicaciones de Nuevo Pudahuel, Branko Karlezi. “Por ejemplo, cuando llegó la aerolínea Alitalia se abrió la primera ruta directa a Roma, y ahora Latam anunció una nueva ruta hacia Italia, y al mismo tiempo Emirates abrirá por primera vez una ruta hacia medio Oriente a través de Sao Paulo, para luego facilitar el tránsito hacia otros destinos en Asia. Y claro, todo esto con un tiempo de viaje mucho menor que el ofrecido por las rutas actuales”, agrega.
Los precios de los boletos, según el gerente, también deberían bajar. “Un boleto a Sao Paulo podría llegar a costar cerca de $180.000, mientras que uno hacia Dubái podría bordear cerca de $600.000”, afirma Karlezi, quien destaca que “las aerolíneas extranjeras están viendo un gran potencial de crecimiento en Chile. No es menor que apuesten por nosotros, porque deben gastar cerca de 10 millones de dólares sólo por abrir una nueva ruta en el país”.
Lo más probable es que las aerolíneas low cost sean las que más bajen sus tarifas
En las actuales aerolíneas aseguran que no se asustan con la nueva competencia. Desde Sky Airlines, su directora comercial, Carmen Gloria Serrat señaló que “el principal beneficiado va a ser el pasajero, ya que al tener más más opciones para elegir, hará que las líneas se esfuercen por ofrecer mejores servicios y precios”. Del mismo modo, el CEO de la aerolínea low cost JetSmart, Estuardo Ortiz afirma que esto también “incrementará el movimiento de pasajeros nacionales y hará que los precios del mercado se sigan reduciendo, lo que es altamente positivo”.
Por su parte, el economista e investigador de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón concuerda en que “lo más probable es que las aerolíneas low cost sean las que más bajen sus tarifas, pero hay que tener ojo con los costos adicionales por concepto de maletas o comida”. Además, advierte que “hay que tener cuidado con las aerolíneas que lleguen. Puede que no cumplan los requisitos mínimos o que no den las garantías suficientes a los clientes, como lo que ocurrió hace poco con Law”.
En la misma línea, el economista y académico de la Universidad Mayor, Tomás Flores añade que “es posible que se genere una segmentación de mercado. No creo que Latam llegue y baje drásticamente sus pasajes, sino que más bien puede que cree su propia línea low cost para atraer a este nuevo público”.
¿Hay capacidad?
En 2017, el Aeropuerto Arturo Merino Benítez -que se encuentra en remodelación al menos hasta 2020- recibió un flujo de 21 millones de pasajeros, y para 2018 se espera que la cifra supere los 23 millones. Por esto, surge la interrogante de si las actuales condiciones del aeroparque generarán más atochamientos ante la eventual llegada de las nuevas aerolíneas.
“La obra actual no crea problemas mayores. Lo que genera las demoras son los procesos aeroportuarios. Es decir, las revisiones de aduanas, el paso por PDI o el SAG”, explica Karlezi. “Hay una falta de recursos y es por eso que uno ve que de 10 máquinas de inspección del SAG, hay sólo tres operando. Por eso tenemos que trabajar en conjunto, mejorar la tecnología y adelantarnos a estas posibles demoras. Pero estamos trabajando en eso”, afirma.