El gobierno de una nación está dividido en partes funcionales llamadas ministerios. Aunque varía en cada país, sus nombres y funciones pueden ser modificados por el Poder Ejecutivo.En ese sentido los gobiernos han ido creando nuevos ministerios en base a las necesidades específicas que se van creando a lo largo del tiempo.
Es por eso que en países como Reino Unido crearon recientemente el ministerio de la Soledad, convirtiendo este mal en un asunto de Estado. La premier británica asegura que “la soledad es la triste realidad de la vida moderna”.
Es desde hace algún tiempo un verdadero problema de salud pública que incide en la mortalidad la población. Según datos del gobierno británico, más de nueve millones de personas en el Reino Unido se sienten aisladas. Unos 200.000 ancianos tienen como mucho una conversación al mes con un amigo o un pariente.
El próximo gobierno alemán por su parte, ha creado un ministerio dedicado a la «patria» en un gesto que encarna el giro nacionalista de la gran coalición para contentar a los habitantes de las regiones rurales, feudo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). El término Heimat(patria, en alemán), que quedó en desuso durante la postguerra por la perversión del lenguaje del nazismo, ha abierto el debate sobre su significado así como las incógnitas sobre las competencias reales que tendrá la nueva cartera.
Nueva York ha creado su primer Departamento de Vida Nocturna y ya tiene una directora: la ex propietaria de lo que fue llamado el bar más bullicioso de la ciudad, Ariel Palitz. El Departamento de Vida Nocturna fue creado en septiembre del año pasado en base a una ley firmada por el alcalde Bill de Blasio. Palitz prometió realizar un recorrido por la ciudad para escuchar sugerencias, afirmando que abogará a favor de la vida nocturna de la ciudad pero también mediará en disputas con vecinos consternados.
En Argentina, el gobierno de Macri creó una serie de cargos para ocupar en diferentes ministerios que son imposibles de memorizar: uno de ellos, el más llamativo de todos, tiene 45 palabras y está en el ámbito del Ministerio de Modernización:»Coordinador de la Coordinación de Fortalecimiento de la Cultura Organizacional de la Dirección de fortalecimiento de las Capacidades Institucionales de la Oficina Nacional de Innovación de gestión de la Subsecretaría de Planificación de Empleo Público de la Secretaría de empleo Público del Ministerio de Modernización»
En 2013 Nicolás Maduro anunció la creación del Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo, que tiene como tarea coordinar las más de 30 misiones sociales del gobierno.
Este nuevo ministerio ,que tiene su propia oficina, se añade a la lista de 60 viceministerios y 32 ministerios que componen el Poder Ejecutivo. Las criticas no tardaron en llegar y se cuestiona si es preciso crear un cargo burocrático para alcanzar la “suprema felicidad social”, o si por el contrario pueden generar más problemas: los costos de la creación de un Ministerio.
Sin embargo, la felicidad es un asunto de Estado en otros países que la han incluido en su agenda de una u otra forma.
En 1972, el rey del pequeño país asiático de Bután, Jigme Singye Wangchuck, se inventó el concepto de la Felicidad Nacional Bruta, con el que intentaba basar sus políticas económicas en los valores espirituales del budismo. Y sustituyó el índice del Producto Interno Bruto (PIB).
Con la ayuda de académicos canadienses, Bután diseñó cuatro pilares para garantizar la felicidad de sus habitantes: promocionar el desarrollo sostenible, preservar los valores culturales, conservar la naturaleza y establecer un buen gobierno.
En Arabia Saudí, en una serie de cambio profundos en el país, creó en 2016 el «Ministerio de la Felicidad» para generar en el país «bondad social y satisfacción como valores fundamentales». «Queremos un gobierno joven y flexible que sea capaz de cumplir con las aspiraciones y objetivos de la población», dijo al primer ministro de Emiratos Árabes, Sheikh Mohamed ben Rashid Al Maktoum.
En nuestro propio tiempo, las Naciones Unidas hoy reclaman cambios en los criterios utilizados para medir el éxito gubernamental –de indicadores económicos a medidas relacionadas con la felicidad y el bienestar de la humanidad-. Ha dedicado el Día Internacional de la Felicidad de las Naciones Unidas, que se celebra este martes 20 de marzo, a hacer hincapié en la importancia de este cambio.
Cada vez, pues, se estudia y evalúa más la felicidad y se crean más instituciones en busca de garantizarla.