Mañana termina el período de postulación a las carreras que están suscritas al proceso de admisión a la educación superior y la incertidumbre sobré qué estudiar y dónde estudiar continúa hasta el último minuto. La acreditación de las carreras, sistema de medición que analiza la calidad de una universidad respecto al programa que imparte- es uno de los criterios que los especialistas recomiendan que hay que considerar a la hora de escoger.
Ahora bien, durante el año pasado, según el «Estudio de Saturación de Carreras 2016»- informe presentado por el sitio web especializado Trabajando.com- los programas de ingeniería comercial, derecho, psicología, administración de empresa, enfermería, trabajo social, contador auditor, ingeniería civil, kinesiología e informática, fueron los más solicitados por los estudiantes durante el proceso anterior.
A partir de la información entregada por la Comisión Nacional de Acreditación en su sitio web, en Publimetro analizamos cuántas universidades imparten dichas carreras, cuántas de ellas están acreditadas, cuál es el promedio de acreditación de las casas de estudios que imparten dichos programas, considerando que el máximo de años que una carrera puede estar acreditada es siete años.
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Administración de empresas: la menos impartida en universidades
De la lista de las diez carreras más solicitadas, la que menos se imparte en universidades – pero sí en centros de formación técnica o institutos profesionales – es administración de empresa. Solo cinco casas de estudios imparten esta malla: Universidad Central, De las Américas, Andrés Bello, Austral y Católica de la Santísima Concepción.
En promedio, la acreditación de esta carrera en estas cinco universidades es de 4,4 años, de un total de siete años máximos a los cuales se puede aspirar.
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Derecho y contabilidad: las con menos promedio de acreditación
Una de las carreras favoritas de los estudiantes, por su tradición, es derecho. En el país, 29 universidades la imparten y aquellas que tienen el máximo de acreditación (siete años) son la Universidad Católica y la Diego Portales (la Universidad de Chile perdió su acreditación este año). Mientras que la Universidad de Tarapacá, Autónoma, Austral y de Magallanes no aprobaron el proceso de certificación de calidad.
A pesar que de los 29 planteles, 25 están acreditadas, el promedio de tiempo de certificación es el más bajo junto a contabilidad: 3,8 años.
En el caso de la carrera de contador(a) auditor(a), 21 planteles ofertan este programa, donde 18 de ellos está acreditados con, al menos, tres años (85,7%)
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Ingeniería Comercial: la más impartida y con mayor promedio acreditación
Al igual que derecho, ingeniería comercial sigue siendo un clásico cada año. Este programa es impartido actualmente en 32 universidades, de las cuales 29 están acreditadas por al menos cuatro años. Las universidades que cumplen con el máximo de certificación son la Universidad de Chile, Católica y la Adolfo Ibáñez.
En total solo dos universidades del total no cumplen con los criterios de acreditación: Universidad de Concepción y de la Frontera, mientras que la U. Católica de Temuco se encuentra en proceso.
¿Por qué es importante la acreditación de la carrera?
La académica de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, Daniela Veliz, explica que «las universidades se pueden acreditar de forma voluntaria a institucional y de carrera. Ambos miden criterios distintos. En el caso de las universidades, la acreditación mide temas más institucionales y en el caso de la carrera, se fijan perfil de egreso, propósito de la carrera, plan de estudio, vinculación con el medio, cómo se organiza y administra, con cuánto personal docente se cuenta. Con esta última es posible ver la deficiencia que pueda tener alguna carrera».
Pero, ¿De qué sirve que una carrera esté acreditada? Tal como explica Veliz, si el programa «no está acreditado influye en el financiamiento, porque no se pueden recibir algunas becas del Estado, por lo tanto hay influencia directa. Estudiar una carrera que cada dos años se tenga que acreditar trae el riesgo de que mientras se está estudiando se pierda la acreditación y, por lo tanto, el riesgo de perder becas o financiamiento por el Estado».
