Clásica es la postal del teleférico de Río de Janeiro. Ahora Valparaíso podría tener una bien parecida. Esa es al menos la idea que presentó el Ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga ante el Concejo Municipal de esa comuna.
«Hemos acordado con el municipio reunirnos todos los meses de aquí hasta el término del estudio que está calculado en 240 días. Por lo tanto, a principios del segundo semestre del próximo año debería estar listo ese estudio y con ello el año 2019 debiera licitarse la obra física de la construcción de un teleférico de 5 kilómetros, donde parte de lo que va a determinar el estudio es cuál es el mejor trazado que combina los desafíos territoriales, jurídicos y económicos” informó la autoridad.
Agregó además que la idea es beneficiar a tres mil pasajeros por hora y por sentido, por lo que hay $230 millones de presupuesto para concretar la medida.
Otras ciudades también
Para Undurraga, pese a que el principal objetivo es que se utilice como medio de transporte, su presencia también fomentaría el turismo. Pero, ¿es Valparaíso la única candidata a tener uno?
Juan Antonio Merino es arquitecto y uno de los participantes iniciales del proyecto de «Teleférico Bicentenario», el que pretende unir la Ciudad Empresarial de Huechuraba con Providencia. Para él, la respuesta es un rotundo sí.
«Actualmente no hay ningún proyecto concreto en bandeja, pero sí hay ideas para Antofagasta e Iquique, para vincular Alto Hospicio con la parte baja», sostiene el especialista.
Agrega que Puerto Montt también es una ciudad candidata, sobre todo si se considera que está construida sobre terrazas, que tienen diferentes niveles entre sí. «Estas son igual de icónicas que los cerros de Valparaíso. Como la ciudad se ha desarrollado con velocidad, hay poca conexión entre la ellas. Un teleférico podría ser útil para conectar a la gente entre la primera terraza, la segunda, la tercera y así con los otros niveles».
Condiciones para su existencia
Merino explica que que un teleférico resulta sumamente útil cuando existe un accidente geográfico que dificulta el paso entre un punto y otro. «No necesariamente tiene que haber un cerro: puede ser que cruce un río, que conecte un valle», explica.
También dice que es vital considerar una conexión con algún método de transporte adicional. «La idea es que la persona pueda conectar con un bus, con un ascensor, con Metro si es en Santiago. Si vas a conectar dos puntos, la idea es que los pasajeros puedan seguir movilizándose».
Por último, precisa que el impacto estético también se debe considerar. «La intervención de un teleférico es súper sutil: se instala un postes que incluso pueden tener forma o se puede hacer concursos para darle más color, mientras que el tramo se hace a través de cables. Lo que más llama la atención a la vista son las estaciones de embarque e intermedia y por eso así se debe tener cuidado con el tipo de construcción que se realizará, para que vaya con la línea del espacio público en el que quedará».