El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció el miércoles «oficialmente» a Jerusalén como la capital de Israel, una histórica decisión que se contrapone a décadas de diplomacia estadounidense e internacional, y amenaza con desencadenar una escalada de violencia en Medio Oriente.
La decisión de Trump suscitó una ola de condenas en el seno de la comunidad internacional. Sin embargo, en Israel el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu celebró un «día histórico» por la decisión del presidente estadounidense y aseguró que esta no cambiará el statu quo en torno a los lugares santos de la Ciudad Santa para judíos, cristianos y musulmanes.
En el otro extremo se encuentra Palestina, desde donde el presidente del país, Mahmud Abas, indicó que «mediante estas decisiones lamentables, Estados Unidos boicotea deliberadamente todos los esfuerzos de paz y proclama que abandona el papel de patrocinador del proceso de paz que ejerció en las últimas décadas»
Más radical, el movimiento islamista palestino Hamas consideró que la decisión del presidente estadounidense «abrió las puertas del infierno» .
Ismael Raduan, alto responsable de Hamas, hizo un llamado a los países árabes y musulmanes «a cortar los lazos políticos y económicos con las embajadas estadounidenses y a expulsar a los embajadores» de Washington.
Condena internacional
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erakat, declaró este miércoles que el presidente estadounidense Donald Trump había «destruido» la llamada solución de dos Estados al anunciar el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU), a través de su secretario general, Antonio Guterres, indicó que el estatus de Jerusalén debe ser decidido por una «negociación directa» entre israelíes y palestinos, reiterando que siempre ha estado «en contra de toda medida unilateral».
«No hay alternativa a la solución de dos Estados» con «Jerusalén como capital de Israel y Palestina», agregó Guterres.
El portavoz del gobierno jordano, Mohamed Mumeni, en un comunicado estimó que «la decisión del presidente estadounidense de reconocer Jerusalén como capital de Israel, y la transferencia de la embajada estadounidense a esa ciudad, constituye una violación de las decisiones del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas».
«Condenamos la irresponsable declaración de la administración estadounidense… la decisión va contra la ley internacional e importantes resoluciones de Naciones Unidas», afirmó en Twitter el ministro turco de Relaciones exteriores, Mevlut Cavusoglu.
Europa
La jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini expresó el miércoles en nombre de la Unión Europea su «seria preocupación». «La Unión Europea expresa su seria preocupación sobre el anuncio hoy del presidente de Estados Unidos Trump sobre Jerusalén y las repercusiones que eso pueda tener sobre las perspectivas de paz», afirmó Mogherini en comunicado.
En la misma línea, la canciller alemana Angela Merkel declaró el miércoles que su gobierno no apoya la decisión del presidente estadounidense Donald Trump.
El gobierno alemán «no apoya esa decisión porque el estatuto de Jerusalén solo puede ser negociado como parte de una solución de dos Estados» declaró la canciller, citada en un tuit de su portavoz, Steffen Seibert.
El presidente francés Emmanuel Macron calificó el miércoles de «lamentable» la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y pidió «evitar a cualquier precio la violencia».
Macron resaltó «el compromiso de Francia y Europa con la solución de los dos Estados, Israel y Palestina viviendo como vecinos en paz y seguridad en fronteras reconocidas internacionalmente con Jerusalén como capital de los dos Estados».
Gran Bretaña «discrepa» de la decisión de Trump y la considera «de poca ayuda», declaró la Primera ministra Theresa May en comunicado.