El submarino argentino perdido en el Atlántico Sur había reportado el miércoles una avería en las baterías antes de desaparecer sin dejar rastros, informó la marina este lunes, mientras proseguía el operativo de rescate internacional para dar con el sumergible y sus 44 tripulantes a cinco días de su desaparición.
«El buque salió a superficie y ahí comunicó esta avería, por eso el comando de la fuerza le dice que cambie la ruta y venga a Mar del Plata», revelo en rueda de prensa Gabriel Galeazzi, jefe de la base naval de esa ciudad 400 km al sur de Buenos Aires adonde debía arribar el «ARA San Juan» este lunes procedente de Ushuaia (extremo austral).
El «ARA San Juan» es uno de los tres submarinos que tiene la Marina argentina. Incorporado en 1985, es del tipo TR-1700, construido en el astillero Thyssen Nordseewerke de Edemen, en Alemania, y botado el 20 de junio de 1983.
Con 65 metros de eslora y siete metros de manga, tiene propulsión diésel eléctrica convencional y sistema de esnórquel, con un desplazamiento de 2.116 toneladas en superficie y 2.264 toneladas en inmersión.
Si el submarino está en la superficie, hacer contacto visual no es tarea sencilla. «Puede demandar muchos días, hay que tener paciencia, emergido aflora sólo un tercio de su superficie y es muy delgado», explicó al canal TN el capitán de navío retirado Carlos Zavala, excomandante del «Ara San Juan».
Zavala precisó que el navío tiene capacidad para estar sumergido «hasta siete días y siete noches. Tiene gran autonomía»
Entre 2007 y 2014 estuvo en reparación para extender por 30 años su vida útil.