China inauguró en el puerto africano de Yibuti su primera base naval militar en el extranjero, informó este martes la agencia de noticias estatal Xinhua.
El anuncio coincidió con el 90º aniversario de la creación del Ejército Rojo, un acontecimiento celebrado en Pekín con un discurso del presidente Xi Jinping en el que aseguró que su país está preparado «para vencer cualquier invasión».
En un discurso en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, sede del Legislativo, Xi advirtió que China está lista para «luchar contra cualquier invasión extranjera» donde insistió en la necesidad de que las Fuerzas Armadas se modernicen y obedezcan al Partido Comunista y consideró que el Ejército ha devuelto el honor a China como gran potencia, además de enfatizar que sus Fuerzas Armadas juegan un importante rol para mantener la paz mundial.
Desde que a finales de 2015 China manifestó su interés en abrir una instalación de este tipo, el Gobierno de Pekín ha insistido reiteradamente en que no se trata de una expansión militar, sino de una instalación para actividades internacionales y protección de las vías de comercio marítimo.
La Marina china está presente desde fines de 2008 en las zonas costeras de Somalia y en el Golfo de Adén, como parte de los esfuerzos internacionales para combatir la piratería en la zona.
La base servirá, según China, para dar apoyo logístico a «las escoltas navales en África y Oriente Medio, las operaciones de mantenimiento de la paz (de Naciones Unidas) y la ayuda humanitaria».
China había anunciado a comienzos de 2016 la construcción de esta base en Yibuti, que se suma a las ya instaladas por Estados Unidos, Francia y Japón.
Yibuti, con 800.000 habitantes, esta situado estratégicamente en el estrecho de Bab-el-Mandeb, uno de los pasajes marítimos más frecuentados en el mundo.