Martin Shkreli, un empresario conocido por haber aumentado el precio de un medicamento en 5.000% y apodado a menudo «el hombre más odiado de Estados Unidos», compareció el lunes en un tribunal de Brooklyn para responder por acusaciones de malversación en varias de sus compañías.
Shkreli, de 34 años, fue inculpado en diciembre de 2015 de fraude accionario, fraude bancario y conspiración. Se declaró no culpable y podría ser condenado hasta a 20 años de cárcel, según la oficina del fiscal federal de Brooklyn.
Esbozando una sonrisa irónica que ha contribuido a su impopularidad, Shkreli llegó al tribunal la mañana del lunes rodeado de decenas de fotógrafos y camarógrafos. Lo hizo acompañado de su abogado, Ben Brafman, quien en 2011 representó al entonces director del FMI Dominique Strauss-Kahn, acusado de agresión sexual en Nueva York.
La audiencia de este lunes en principio estaría dedicada a la selección del jurado antes de los argumentos de apertura ante la juez Kiyo Matsumoto. Se prevé que el juicio dure aproximadamente un mes, según el fiscal.
Shkreli es sospechoso de haber desviado unos 11 millones de dólares entre 2009 y 2014 a través de un esquema de pirámide fraudulento, y de malversación durante la gestión de varios fondos de inversión de los que era gerente, MSMB Capital Management y MSMB Healthcare Management.
Estas acusaciones, sin embargo, no están relacionadas con la multiplicación del precio de un medicamento utilizado para tratar la malaria y coinfecciones del sida, Daraprim, que comenzó Shkreli en 2015 cuando era presidente del grupo farmacéutico Turing.
El comprimido de Daraprim pasó de un día a otro de costar 13,5 dólares a 750 dólares, lo que avivó un intenso debate en Estados Unidos sobre el drástico aumento de los precios de ciertos medicamentos.
Shkreli tuvo que renunciar a Turing después de su acusación. A principios de 2016 tuvo que comparecer ante el Senado, al igual que otros directivos farmacéuticos, en una tensa audiencia.
Liberado bajo fianza a la espera de juicio, Shkreli, un aficionado a la música que había comprado por dos millones de dólares el único ejemplar del último álbum del grupo de rap Wu-Tang Clan, siguió dando que hablar.
En febrero la Universidad de California en Davis fue escenario de protestas a propósito de que estaba programada una conferencia suya.
En diciembre de 2016, respondió con sarcasmo en Twitter a unos estudiantes australianos que consiguieron sintetizar mucho más barato el principio activo del Daraprim.