La mujer que supuestamente arrojó a un contenedor de basura a su bebé recién nacido en Mejorada del Campo (Madrid), en junio del 2015, ha admitido en tribunales que era consciente de que podía matar a su hijo cuando lo abandonó allí. «Estoy más que arrepentida. Ahora me he dado cuenta del fallo tan grave que he hecho», comenta sollozando la acusada.