Era la presidenta de una asociación española dedicada a defender animales abandonados, sin embargo, la justicia la condenó por los brutales crímenes que cometió contra perros y gatos.
Carmen Marín deberá pagar con cárcel, luego que el Juzgado de lo Penal Nº14 de la ciudad de Málaga la condenara por el asesinato y tortura de cientos de gatos y perros.
La mujer de 72 años además deberá pagar una multa de unos 20.900 dólares- unos – por los cargos de maltrato animal y falsificación de documento.
La sentencia de la mujer y de Felipe Barco, empleado del refugio que dirigía Marín, se conocerá el lunes 16 de enero.
De acuerdo con los detalles conocidos en el juicio, la mujer inyectaba a los animales productos eutanásicos sin aplicarles sedantes. El acto lo cometía contra animales sanos, e incluso con hembras preñadas o camadas de cachorros.
La dosis utilizada con los animales era menor a la utilizada normalmente por lo que “provocaba en el animal, generalmente, una muerte lenta y dolorosa con agonía.
De acuerdo con la investigación de la fiscalía española, los animales eran asesinados para ahorrar costos y privilegiar las actividades privadas del refugio, que además de recinto para rehabilitar animales callejeros, operaba como peluquería canina, residencia y clínica privada.