Durante enero y febrero una gran parte del personal se toma vacaciones, lo que puede ser muy gratificante para algunos por el ambiente de mayor tranquilidad que se viveo muy cansados para quienes se quedan, ya que tendrán una carga laboral extra al asumir responsabilidades para las que no están preparados.
«Hay ocasiones en que el trabajo se dificulta porque quienes asumen el rol de jefatura no están al tanto de todos los procesos y procedimientos. Además, deben hacer un esfuerzo extra para ganarse el respeto del equipo y todo esto sobre la marcha», explicó Hugo Álvarez, business manager de ILC Group.
Planificar los reemplazos y capacitar antes de que comiencen estos meses es una de las medidas que se pueden tomar antes que el personal comience a salir de vacaciones.
«Las empresas pueden contar con un muy buen programa de inducción y procedimientos realizado con las herramientas tecnológicas que hoy ofrece el mercado. Otras medidas efectivas son insertar a los reemplazantes externos semanas antes o incentivar al equipo a tomarse vacaciones en otra época del año», recomendó el directivo.
Recomendaciones para un buen verano en la oficina:
● Realizar traspaso de toda la información a quien se queda:
Hay que tomarse el tiempo para explicar de forma clara y completa el qué y el cómo de todo lo que se necesita hacer durante este periodo. Incluso en el mejor de los escenarios, acompañar en las actividades de reemplazo a quien se queda para validar la correcta ejecución de las tareas.
● Contar con manuales de inducción o procedimientos que expliquen los procesos de forma lúdica: Esto es parte fundamental de cada empresa y la idea es que sea una política empresarial establecida.
● Capacitar debidamente a los reemplazantes externos:
Lo mejor es integrarlos con el tiempo suficiente para que después puedan hacer su trabajo con autonomía.
● Realizar acciones de motivación/incentivo para los que se quedan:
Lo mejor es convencer al equipo que trabajar en enero y febrero no es una carga, sino un privilegio. Tácticas como cambiar los horarios, tener momentos de recreación o entregar incentivos económicos puede ser una muy buena solución.
● Facilitar un contacto y procedimientos en caso de emergencia: Definir qué casos se consideran una emergencia y a quién pueden consultar.