El cardenal de Santiago, Ricardo Ezzati emitió su tradicional saludo navideño, realizando una alusión indirecta a la crisis que padece el Servicio Nacional de Menores (Sename), destapado tras la muerte de Lissette, la pequeña niña que desvió la atención hacia la institución y reveló la muerte de 1.313 niños, adolescentes y adultos bajo responsabilidad del servicio.
“En Navidad contemplamos a Dios que se hace niño, que nace en la pobreza y que tiene que huir hacia Egipto perseguido por los poderosos Herodes de su época. María, José, los pastores son quienes lo cuidan con amor. Muchos niños, también hoy, claman que la sociedad y cada uno de nosotros seamos hoy para ellos, María y José, los pastores que acogen. Frente a tantas tragedias de abandono que nos avergüenzan, levantemos la mirada y renovemos el compromiso de ser para ellos promotores de dignidad, custodios atentos de sus derechos y artífices de sus esperanzas”, sostuvo.
Por otra parte, la autoridad eclesiástica se refirió al nacimiento de Cristo como un mensaje de solidaridad a la sociedad.
“La Navidad es una lección de solidaridad. Jesús es mensaje de solidaridad con la humanidad caída. Se hace uno con ella, la salva desde adentro asumiendo su misma condición. Desde el pesebre revela en qué consiste la acogida incondicional, el don de sí, y el hacerse prójimo de todos, de los que sufren, los desesperanzados, los migrantes, de los que viven en el abandono”, indicó.