Esta mañana la Fundación Emilia entregó los resultados de un estudio, que elaboró durante un año, a fin de medir cuál ha sido el impacto de la Ley Nº 20.770 o Ley Emilia, en vigencia desde septiembre de 2014. Y, las cifras los apoyan. Desde que se implementó la normativa, el número de los fallecidos en siniestros viales asociados a conducción en estado de ebriedad ha disminuido al 2015 en el 38,21%.
Sin embargo, según la presidenta de la fundación, Carolina Figueroa, en conversación con Publimetro, el estudio además, dejó en evidencia una disparidad en las cifras sobre fallecidos que anualmente registra Carabineros de Chile, Fiscalía de Chile y la División de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud.
«El parte policial sólo registra la muerte hasta 24 horas del siniestro, sin considerar a las personas que fallecen posteriormente debido a las lesiones por accidentes, tal como le ocurrió a mi hija. Lo que nosotros queremos que haya un registro dentro de los 30 días, porque es muchísima la diferencia», dijo.
De hecho, aseguró que las políticas públicas se deben evaluar en relación a la calidad de los datos presentados por todos los organismos públicos involucrados por medio de un sistema integrado de información.
Por esta razón, Figueroa advirtió que esta investigación permitió visibilizar a víctimas que en su oportunidad no fueron consignadas en las estadísticas oficiales, producto de las limitaciones propias del registro que mantienen las instituciones involucradas en la materia, por lo que este estudio también representa una forma de testimoniar su memoria y resistir al olvido.
«Es urgente avanzar hacia una acción coordinada de datos con el fin de promover y aplicar mejores políticas públicas en materia de prevención y seguimiento del fenómeno utilizando parámetros internacionales», sostuvo.
Cabe destacar que el estudio “Cuantificación y validación de víctimas producto de siniestros de tránsito por conducción en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol” fue desarrollado por la Fundación Emilia con financiamiento del Fondo Nacional de Seguridad Pública de la Subsecretaría de Prevención del Delito y tuvo como objetivo establecer la magnitud de la siniestralidad vial asociada al consumo de alcohol para el período 2010-2015 en las Regiones de Valparaíso y Metropolitana.