Camila Albertini
»Hay muchas claves para tener una vida más feliz», comienza señalando Vanessa King, sicóloga inglesa miembro de la junta directiva del movimiento «Action for happiness» y de la iniciativa «Diez claves para una vida más feliz» .
King estuvo de visita en Chile la semana pasada para participar del Congreso Internacional de la Felicidad Organizacional organizado por el portal de empleos Laborum.
Parte de su trabajo ha consistido en identificar dichas claves, en cuáles cada uno puede incidir y cómo hacerse cargo de ellas. «En este sentido, hay 10 claves que pueden incidir en nuestra felicidad, se basan en al acrónimo en inglés «GREAT TEAM»», explica.
Algunas de las temáticas que se abordan dentro de «GREAT TIME» son hacer cosas por otros; conectarse con la gente; cuidar de uno mismo; seguir constantemente aprendiendo; tener metas y propósitos; pensar cómo reformular nuestras respuestas ante ciertas situaciones.
«Esta información también podemos aplicarla en el trabajo, por ejemplo, cómo ayudo a un colega, preguntarle cómo está diariamente, o hablar de lo que hizo el fin de semana, cómo están sus hijos, notar si están estresados o preocupados, etc. Esos momentos de conexión con otros son muy importantes», señala King.
La experta agrega que es importante «estar abiertos a pensar cuáles son nuestras fortalezas y cómo las potenciamos al máximo en el trabajo, cómo vamos moldeando nuestro rol alrededor de lo que sabemos hacer realmente bien en vez de enfocarnos en las cosas que no sabemos hacer bien y que éstas no nos detengan».
Optimismo en cada ámbito
King recalca la necesidad de tener una actitud empática y positiva en cada aspecto de la vida, el que, por supuesto, incluye el trabajo.
«Pienso que mucha gente quiere dar lo mejor de sí, no creo que se levanten de la cama diciendo ‘quiero hacer un mal trabajo’. Debemos tener esta actitud en que cada uno puede entregar lo mejor, que se debe potenciar sus mejores cualidades y habilidades, dividiendo las tareas según lo que hacemos bien».
Asimismo, la sicóloga destaca que cada uno es responsable de su propia felicidad y en cómo ésta influye en el resto. En el contexto laboral, son los líderes de las organizaciones «quiénes deben velar de crear las condiciones ideales para habilitar la felicidad, creando un ambiente donde todos se sientan reconocidos e incluidos, donde se sientan seguros de que pueden dar su opinión e ideas y donde puedan hacer su mejor trabajo», finaliza.