Al menos el 56 % de los latinoamericanos está conectado a internet, 10 puntos porcentuales más que la media mundial pese a las carencias de infraestructura tecnológica, reveló el estudio «Usos de Internet en Latinoamérica» presentado hoy en la capital panameña.
La investigación, con un margen de error inferior al 2,5 %, según dijo a Efe su director, el venezolano Carlos Jiménez, se alimentó de 5.000 encuestas «on line» en 15 países, que representan una muestra del 98 % de la población, pero advirtió, «no se debe generalizar».
Mientras en 2011 la media mundial de personas conectadas a internet fue de 32 %, en América Latina del 37 % y en Panamá del 30 %, para este 2016 los internautas representan el 46 % globalmente, el 56 % de latinoamericanos y el 57 % de panameños, detalló durante su presentación.
Jiménez agrupó a los países latinoamericanos de acuerdo con el porcentaje de internautas: por encima del 70 % están Chile y Uruguay; del 61 % al 70 % aparecen Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Puerto Rico; del 51 % al 60 %: Brasil, México, Panamá, República Dominicana y Venezuela.
Del 41 % al 50 % están Bolivia, Paraguay y Perú; y menos del 40 % El Salvador, Guatemala y Honduras.
Explicó que el avance comparado por país se dispara por la «brecha digital» existente aún, que ahora se fundamenta en las limitaciones que hay para el acceso a la banda ancha por la poca penetración de la fibra óptica, no porque haya o no internet o las personas desconozcan su existencia.
Aunque su énfasis fue explicar la importancia del conocimiento que las empresas deben tener de sus audiencias para poder proyectar su negocio, Jiménez advirtió que «no se pueden ignorar los medios tradicionales», porque «tienen su espacio y peso importante y coexisten con los medios digitales».
«La televisión sigue siendo el gran medio», admitió y, en América Latina «se prefiere ir al punto de venta todavía» antes que adquirir vía comercio electrónico un artículo.
Sostuvo que «el comercio electrónico crece, la bancarización crece, pero los que compran lo hacen por la portátil y la información la buscan por medios tradicionales, los medios móviles se usan para lo social, para compartir».
Para el experto economista y en mercadotecnia, el estudio de los usuarios en redes requiere de la segmentación del público en cada plataforma, porque tienen códigos de comunicación «diferentes», no es lo mismo Facebook que Snapchat, ni Twitter que Instagram, aclaró.
Lo peor es «comunicarse sin conocer las audiencias», lo cual deviene en una pérdida de recursos porque los mensajes no van a captar su atención.
En la región también hace falta que «las compañías interactúen, aún no se comunican con sus clientes y ellos quieren eso, que les presten atención», dijo Jiménez.
«No hay que generalizar, internet son muchísimas cosas y, cuidado también, entre los social media hay diferencias», expresó y dio su testimonio de cómo descubrió que comunicarse con su hija menor por Snapchat mediante mensajes de texto no era lo correcto, sino a través de fotos, símbolos o iconos.
En Latinoamérica el 84 % de los internautas usa el correo electrónico, el 83 % las redes sociales, 73 % para leer noticias, 57 % en operaciones bancarias, 62 % para chatear, 62 % para ver video, 57 % para buscar información sobre trabajo.
Un 56 % para presentar solicitudes de trabajo, 54 % para publicar fotos y 52 % para buscar información de productos.
Como las audiencias están fragmentadas, casi a nivel individual, el desvelo de las empresas es «encontrar la manera de generar experiencias con el consumidor», comentó.
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