El sospechoso de la colocación de varios artefactos en Nueva York y Nueva Jersey, fue hoy acusado con cinco cargos de intento de asesinato de un agente de policía por el tiroteo en el que fue capturado. Se encuentra internado en estado crítico pero estable, dijo la policía este martes.
Rahami nació en Afganistán en 1988 y con doce años se trasladó con su familia a vivir a Nueva Jersey, donde años después obtuvo la ciudadanía estadounidense, según fuentes de inteligencia citadas por diferentes medios, que añadieron que en los últimos años viajó en varias ocasiones a Pakistán y Afganistán, pero por el momento no han hallado pruebas que lo vinculen a grupos como el yihadista Estado Islámico (EI) o los talibanes.
El diario The New York Times señalaba una evolución del joven en los últimos años, cuando «algunos amigos notaron un cambio en su comportamiento y en su práctica religiosa, después de un viaje que sospechan que hizo a Afganistán». Hace cuatro años desapareció un tiempo, según el rotativo.
«Es como si se hubiera convertido en alguien completamente diferente», dijo al diario Flee Jones, un residente del barrio de 27 años. «Se volvió serio y se encerró por completo».
Los vecinos recuerdan sobre todo al padre, Mohammad Rahami, propietario del restaurante donde trabajaban también sus hijos, y de su casa contigua con fachada de ladrillos.
Una fuente policial indicó que Rahami padre estaba presente cuando la policía se presentó el lunes por la mañana en su vivienda, el último domicilio conocido de Ahmad Khan Rahami, según medios locales.
«Todo el mundo conocía al padre. Es un grosero que casi nunca dice nada», dijo un empleado de un negocio cercano, que pidió el anonimato.
«Un día salí a tomar unas copas y volví a las 2 de la mañana. Me paré a comer algo en el restaurante. Estaban todos ahí: el padre, el hijo más joven, y el tipo que mostraron en televisión», recuerda Miguel que vive desde hace 20 años a unos metros del local.
«Hablamos y bromeamos», cuenta. «Hasta que me preguntaron: ‘¿De qué nacionalidad eres?’ Dije que soy mitad mexicano, mitad israelí. Y ahí se acabó la conversación».
El alcalde recuerda que sus servicios tuvieron que obligar al restaurante a cerrar a las 22H00, después de que los vecinos se quejaran del ruido, pues estaba abierto sin interrupción.
Según The New York Times, la familia de Ahmad Khan Rahami se quejó de ser víctima de discriminación racial.
En otra ocasión, el hermano del sospechoso, que también trabajaba en el restaurante, se enfrentó a agentes de policía que obligaron al establecimiento a cerrar por la noche, según el diario. Entonces habría huido a Afganistán antes de ser juzgado.
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