Medios de ámbito estatal como El País, El Mundo y ABC publican hoy sus propios sondeos, realizados a principios de esta semana y que auguran de nuevo un Parlamento fragmentado, como el surgido de las elecciones de diciembre pasado.
Ante el fracaso negociador de los partidos se va a una nueva cita con las urnas apenas seis meses más tarde.
En diciembre el PP (centroderecha) logró 123 escaños, por 90 del Psoe (socialista), 69 de Podemos (izquierda antiausteridad) y 40 de Ciudadanos (liberales).
El sondeo de El País otorga 114 escaños al PP por 93 a Podemos, que en esta ocasión se ha unido a IU (dos diputados en diciembre) para formar la coalición Unidos Podemos, mientras que los socialistas logran 82 puestos y Ciudadanos 39.
El estudio de El Mundo es algo más favorable al PP, al que atribuye entre 124 y 129 escaños, por delante de Unidos Podemos (86-92), Psoe (73-78) y Ciudadanos (35-40)
Para ABC los populares lograrían el domingo 121-124 diputados, mientras que Unidos Podemos tendría 84-85, los socialistas 80-83 y los liberales 38-40.
Para obtener la confianza del Congreso, que cuenta con 350 diputados, es preciso lograr 176 escaños en una primera votación o mayoría simple en la segunda.
Estos sondeos demuestran que el reparto de votos que los españoles hicieron en las elecciones de diciembre no fueron algo coyuntural, ya que se confirman seis meses más tarde.
La única novedad es la subida de Podemos al segundo puesto, aunque ya en diciembre sus votos unidos a los de IU superaban a los obtenidos por los socialistas.
Si el día 26 las urnas refrendan en lo sustancial estos vaticinios de las encuestas el escenario obligará a los partidos a negociar para intentar pactar.
El precedente de meses pasados es poco halagüeño, ya que únicamente hubo un acuerdo entre Psoe y Ciudadanos que no permitió al socialista Pedro Sánchez ser elegido presidente del gobierno cuando acudió al debate de investidura en el Congreso, a primeros de marzo.
El presidente del gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy, que hace unos meses declinó el ofrecimiento del rey Felipe VI de someterse a la investidura, eludió hoy pronunciarse sobre las encuestas y se limitó a decir: «Las mías son buenas».
Durante toda la campaña Rajoy ha reiterado que la mejor opción es una gran coalición similar a la de muchos países europeos» que cuenta con el apoyo de los socialistas o bien que gobierne la lista más votada.
El planteamiento de Rajoy no encuentra eco favorable y los socialistas y los liberales repiten que no harán jefe del Ejecutivo al líder del PP, al que atribuyen la responsabilidad de recortes sociales y de haber consentido la corrupción que en estos años ha afectado a su partido.
Reclamado también por el candidato de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, para formar un gobierno de progreso, el socialista Pedro Sánchez elude hablar acerca de a quién apoyaría su partido tras el 26 de junio.
Sin hacer caso a lo que auguran las encuestas, que llevarían al Psoe a perder su lugar de referencia entre los progresistas españoles, Sánchez ha declarado que «el socialismo no es resignación. Es lucha» y proclama que «el cambio está muy cerca» y para ello es preciso un Psoe «fuerte y ganador».
Pablo Iglesias, que rechazó apoyar la investidura de Sánchez como presidente del gobierno por su acuerdo con los liberales, pide ahora la ayuda del Psoe si las urnas le dan el segundo puesto tras el PP.
Las encuestas sí dan más escaños a un eventual acuerdo Podemos-Psoe que a uno hipotético entre PP y Ciudadanos, aunque haría falta el apoyo adicional de alguno de los pequeños partidos nacionalistas catalanes o vascos en forma de voto favorable o abstención.
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