En plena Plaza de Armas de Curicó, el alcalde Javier Muñoz, dio el vamos a la que ya se ha convertido en toda una tradición. Fue en 1986 cuando por primera vez se celebró la Fiesta de la Vendimia en la ciudad y hoy, a 30 años de la primera competencia de pisadores de uva, la ciudad se vistió de fiesta.
Este sábado llegaron más de 8 mil personas a degustar vinos. Pero no sólo había licores, sino que también una variada gastronomía, jugos naturales, chocolates, y ventas de productos locales. Sin duda, la gran atracción de los turistas, principalmente santiaguinos y extranjeros, fueron los anticuchos de jabalí.
Tras unas breves palabras del alcalde Muñoz, se procedió a la bendición del mosto de la uva (primer jugo). Luego, los presentes bailaron unas cuecas bravas interpretadas por parte de Daniel Muñoz, y posteriormente, al pesaje de la reina de la fiesta Pía Solar con botellas de vino blanc, roset y carmenere. Finalmente, se realizó la competencia de pisado de la uva entre cinco viñas de la zona.
Uno de los momentos más llamativos fue cuando el edil Javier Muñoz repartió más de 100 litros de vino a los presentes. Claro que no lo hizo en botellas cerradas, sino que el vino fluyó desde una de las fuentes de la plaza, invitando a todos los presentes a llenar copas, vasos plásticos, jarras o darle una probadita sólo con la mano en forma gratuita.
“No es una fiesta cualquiera, es la gran fiesta de nuestra ciudad. Hay que celebrar en grande”, dijo todo chocho el alcalde Javier Muñoz, quien valoró el esfuerzo realizado por todos los organizadores, unas 4 mil personas repartidas en diversas labores.
La directora de Sernatur del Maule, Carolina Reyes, valoró la iniciativa de perpetuar y apoyar la tradicional fiesta. “La Vendimia de Curicó es la vendimia de Chile. No sólo convoca a la gente del Maule, sino que a turistas de todo el país y el extranjero. Es una gran oportunidad para hacer una demostración de lo que es nuestra región, que se ha convertido en un destino turístico”, aseguró.
Impulso emprendedores
A la ceremonia oficial de la Vendimia de Curicó asistió la ministra del trabajo, Mónica Rincón. Tras bailar un pié de cueca y valorar la actividad, la autoridad destacó el gran impulso económico en la zona gracias a estas fiestas tradicionales.
“Hemos visto que se potencian otras actividades como artesanía, gastronomía local. Los que somos de regiones podemos ver cómo un polo específico de desarrollo económico puede arrastrar al resto. Lo hemos visto en el Maule, Colchagua, etc. Estas rutas del vino tienen un tremendo impulso para los emprendedores locales”, dijo.