Este año se cumple una década de la movilización estudiantil más masiva en Chile, conocida como la “Revolución Pinguina” llamada así por los colores del uniforme típico que utilizan los estudiantes en Chile.
La “Revolución Pinguina” fueron varias manifestaciones para pedir una cambio en la educación del país, con consignas como derogar la Ley orgánica constitucional de enseñanza (Loce), gratuidad en la PSU, y calidad en la enseñanza.
Justo a diez años de esta movilización estudiantil, la gratuidad para los estudiantes de educación superior entró en vigencia para cerca de 160 mil alumnos, de acuerdo a los dichos de la ministra de Educación Adriana Delpiano.
En días en que se está llevando a cabo la segunda etapa de matrículas de los estudiantes para las universidades del Consejo de rectores y de las universidades privadas adscritas al proceso de admisión, Publimetro conversó con los líderes de la “Revolución Pingüina” para que expresen su parecer sobre la implementación de la gratuidad.
Maximiliano Mellado, Karina Delfino y Julio Isamit concuerdan que la gratuidad es un gran avance para el país y que se debiese extender a más personas.
«Yo creo que es un proceso positivo, y se muestra un avance desde el 2006 donde nosotros veíamos desde más lejos que la educación fuese gratis, me parece genial y me gustaría que la gratuidad fuera para todos”, señaló a Publimetro Maximiliano Mellado.
Opinión similar fue la que manifestó la actual consejala del PS por la comuna de Quinta Normal, Karina Delfino, quien agregó que se debe trabajar en la calidad para democratizar el ingreso a las universidades.
«Creo que con el tiempo se va a poder ir ampliando progresivamente, se debe entender la educación como un derecho y no como un bien de consumo, es importante el tema de la gratuidad pero también la calidad que permita que el ingreso hacia las universidades sea más justo, porque hoy en día hay universidades a las que solo acceden familias de altos ingresos”, comentó Karina Delfino.
Por el lado del ex líder de los estudiantes y ahora coordinador de Republicanos, Julio Isamit, siente que la situación es diferente catalogando a la gratuidad como una política discriminatoria.
“Se mezcla una política discriminatoria con una mala forma de ponerla en práctica. Excluye a miles de jóvenes vulnerables que requieren del apoyo social y por otro lado al gobierno ni siquiera sabe cuántos alumnos tendrán el beneficio”, puntualizó Julio Isamit.
En lo que coinciden los tres ex líderes estudiantiles es que la revolución del año 2006 fue la puerta de entrada para que se pudieran producir los cambios que hoy se ven.