Los estrictos confinamientos que viven por estos días en Francia ante al aumento en los contagios por coronavirus, llevaron a que los organizadores de Roland Garros confirmaran esta mañana que el segundo Grand Slam de la temporada fuera retrasado una semana de su fecha de inicio original, al 30 de mayo, mientras que los encargados de Wimbledon mantuvieran su programa original, de comenzar el 28 de junio.
Con ello, el torneo parisino comenzará más tarde de lo previsto para permitir la entrada de público en el recinto, lo que dejará solo dos semanas de hueco entre Roland Garros y Wimbledon, acortando de esta forma la temporada de torneos en césped, que en los últimos años ha sido de tres semanas.
Este cambio en la programación afectará a los torneos de S-Hertogenbosch y Stuttgart, los cuales deberán disputarse mientras se juega la segunda semana de Roland Garros.
«Para reducir el impacto en el resto del calendario, la temporada de hierba se reducirá a una semana en 2021. Wimbledon se disputará en las fechas planeadas, del 28 de junio al 11 de julio. La gira de hierba volverá a las tres semanas en 2022», aclaró Wimbledon en un comunicado.