El paraguayo Alejandro Domínguez fue reelegido este viernes por unanimidad como presidente de la Conmebol para un mandato de cuatro años, y proclamó que la entidad rectora del fútbol de Sudamérica ha salido de la peor crisis de su historia.
Domínguez, de 46 años, recibió el respaldo de los diez presidentes de las asociaciones que votaron en el congreso anual de la organización. El presidente de la FIFA Gianni Infantino estuvo presente en el acto.
Tras una serie de escándalos de corrupción que salpicaron a varios jerarcas, Domínguez llegó a la presidencia de la Conmebol en enero de 2016. Su predecesor, el paraguayo Juan Angel Napout, fue arrestado en Suiza y fue encontrado culpable en Estados Unidos por cargos de corrupción. Los dos predecesores de Napout, el paraguayo Nicolás Leoz y el uruguayo Eugenio Figueredo, también afrontan causas por corrupción.
«Dos años atrás, cuando nos hicimos cargo, la Conmebol perdió su rumbo, estaba en quiebra moral, se olvidó del fútbol por su interés en el dinero», dijo Domínguez en su discurso.
Agregó que «tenemos una nueva Conmebol. Felicito a los miembros del consejo de presidentes (de asociaciones y federaciones) por tener la valentía de trabajar en momentos de la peor crisis de la historia del fútbol sudamericano».
«Vamos a recuperar el dinero robado», añadió con relación a los hechos de corrupción en el que se vieron involucrados Leoz, Napout y Figueredo.
Infantino, antes de la elección, dijo en su mensaje que en el organismo sudamericano «el fútbol volvió al centro de su preocupación. Un símbolo de esto es que existe una cancha de fútbol al lado de las oficinas de la Conmebol en reemplazo de un helipuerto».