Tras varias semanas de silencio, el peruano Paolo Guerrero, quien ha sido suspendido por la FIFA por un año tras dar positivo por un metabolito de cocaína en un control antidopaje, decidió alzar la voz y demostrar su molestia por la decisión tomar por el organismo.
«Dejo claro que no consumo cocaína, nunca lo he hecho. Tengo 17 años de carrera profesional, pasé por miles de controles (antidoping). Soy un profesional. Trato de ser paciente, trato de estar tranquilo porque sé la persona que soy«, comenzó explicando el delantero quien apuntó que probará su inocencia.
El análisis realizado por FIFA detectó la presencia de benzoilecgonina, que está incluida entre los estimulantes que figuran en la lista de sustancias prohibidas la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Según la defensa de Guerrero, la sustancia pudo estar presente en alguna infusión que tomó el jugador, quien reafirmó esa posibilidad en la entrevista con Globo de Brasil.
«Tomé un té de anís en Perú porque estaba con una indigestión y en Argentina tomé un té negro con limón y miel porque estaba con gripe. No culpo a nadie, pero la sustancia podía estar en una jarra o en una taza«, declaró Guerrero, quien incluso aclaró que en esos días tampoco tomó infusiones de hojas de coca, propias de los Andes.
Guerrero aseguró que está pasando por el momento «más triste» de su carrera, tanto por el daño que ha sufrido su imagen como por la posibilidad, concreta hasta ahora, de quedarse fuera del Mundial de Rusia 2018, que supondrá el regreso de Perú a esa competición tras más de 30 años de ausencia.
También subrayó que por la decisión de la FIFA ya ha perdido la repesca frente a Nueva Zelanda, que calificó a Perú, y la final de la Copa Sudamericana, que Flamengo, su club en Brasil, disputa con Independiente.
«Estoy suspendido. Ya dejé de jugar partidos (con la selección peruana) que eran los más importantes de mi vida y ahora no estoy en una final de mi club. Es un momento muy complicado«, lamentó.
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