Los jugadores de Everton y Lyon se pelearon y hasta un hincha con su hijo en brazos tiró un manotazo

Peleas al interior de una cancha de fútbol se han visto muchas y van desde algunas que sólo se quedan en un par de empujones hasta otras que se transforman en batallas campales, con golpes de mano, patadas, y hasta los hinchas metiéndose al terreno para ayudar a sus jugadores. Pero lo visto este jueves en el partido entre Everton y Olympique de Lyon, en duelo válido a la Europa League, asombró a muchos.

En el minuto 65 de partido y con el Lyon ganando por 1 a 0, el caos se desató en el Goodison Park de Liverpool. Todo empezó cuando el arquero Anthony Lopes, del  equipo francés, aseguró un centro y recibió un empujón de Ashley Williams, el capitán de los ingleses. No conforme con botarlo al piso sin razón, el jugador local lo fue a increpar y se armó la pelea, que cada vez se fue acercando más a las gradas. Y ahí vino la imagen que impactó en la pelea: un hincha que tenía a su hijo en brazos se acercó a los jugadores visitantes y empezó a tirar puñetazos. 

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Los franceses quedaron atónitos ante la situación y le empezaron a recriminar su actitud y también la que tuvieron los otros fanáticos, que también se acercaron lo más que pudieron para tirar manotazos. Luego que terminó la pelea, el árbitro no quiso complicarse y no expulsó a nadie, sólo mostrando amarilla a Williams y a Bernard Traoré del Olympique Lyon.

Como paradoja, el capitán del Everton, que debió haber visto la roja por su provocación, anotó el tanto de los ingleses para el empate transitorio a un tanto. Sin embargo, recibió su castigo cuando Traoré, otro de los grandes involucrados en la pelea, marcó el 2 a 1 definitivo para los franceses en el Goodison Park, que les permitió sumar cinco puntos y escalar a la segunda posición del Grupo E de la Europa League, a dos de alcanzar al líder Atalanta. Los locales, en tanto, se quedaron en el último lugar con sólo una unidad.