Jorge Valdivia nuevamente tuvo que visitar el Tribunal de Disciplina y esta vez fue por la expulsión que sufrió el pasado domingo en el partido ante Santiago Wanderers. Si es que anteriormente el mediocampista de Colo Colo había ido por sus declaraciones contra el árbitraje de Eduardo Gamboa, ahora su presencia se debió por el cabezazo que le propinó al jugador caturro Mario López, quien lo provocó con un manotazo, y que le valió la tarjeta roja.
Sin embargo, en los albos no querían perder al motor del mediocampo y por eso apelaron al Tribunal para que no lo castiguen o reciba una sanción menor a las dos a seis fechas que le podían caer por su agresión. Los argumentos de Blanco y Negro, y también del propio jugador, fueron que la reacción del árbitro Piero Mazza al mostrarle la roja a los dos jugadores fue exagerada y apresurada, además de asegurar que nunca propinó un cabezazo propiamente tal y que no existe una conducta violenta, sino que lo intenta mover para apurar el juego.
Tras asistir a la ANFP y dar sus descargos frente a la entidad que preside Exequiel Segall, el Mago insistió en su punto e, incluso, recordó el cabezazo que le pegó Zinedine Zidane a Marco Materazzi en la final del Mundial de Alemania 2006.
«Muchos de ustedes han dicho (que la roja) fue exagerada. Mi autocrítica del otro día (en Twitter) es por el momento que vive Colo Colo, de dejar al equipo con diez jugadores. Sea yo o cualquier otro, es complicado. Sigo manteniendo la idea de que no hubo una conducta violenta como señala el informe del árbitro, siento que decir que hubo un cabezazo es fuera de lugar, un poco exagerado, no fue para Roja. Un cabezazo en el pecho es lo que hace Zidane en la final del Mundial«, dijo.
«Mi defensa fue en que no había una conducta violenta y que no hay un cabezazo en el pecho como dice el informe», agregó antes de saber que sólo recibió una fecha de suspensión, siendo fundamental la defensa que presentaron en el Tribunal de Disciplina.
Además, sobre las constantes faltas que recibe o una posible persecución arbitral, Jorge Valdivia señaló que «no me siento perseguido. Creo que el árbitro del domingo, Piero Maza, lo hizo muy, arbitró muy bien. Sacando la jugada de las expulsiones hizo un partido correcto. Cuando el arbitraje es malo hay que decirlo y veo muchos árbitros, los más viejos, que dicen que no podemos hablar. No sé por qué no podemos hablar del arbitraje, no le veo el problema, ellos hablan de los jugadores»
«Hay situaciones que me hacen pensar eso (que soy perseguido), pero trato de olvidarme y jugar. Las estadísticas están ahí y soy uno de los que más sufren falta. Muchas veces hay un abuso en la cantidad de faltas, pero en lo personal no me van a escuchar quejándome de eso, sí lo haré de las decisiones y del criterio que tienen algunos árbitros. De las faltas, mientras no sea con maldad o con la intención de lesionar, son parte del fútbol», concluyó.
El momento de la selección chilena
Luego del éxito, la Roja vive un momento de crisis. Además de no clasificar al Mundial de Rusia 2018, la selección chilena vive una crisis interna por distintas declaraciones que han salido desde el entorno de Juan Pinto Durán, las que nacieron por una publicación de la esposa de Claudio Bravo acusando a algunos integrantes de Chile de llegar borrachos a entrenar.
Pese a su rol y participación en la selección, Jorge Valdivia no quiso hablar de las polémicas, que sindican directamente a Arturo Vidal, y aseguró que en su momento saldrá a dar su opinión. «Tengo una apreciación de lo que está pasando en la selección, pero ya llegará el momento en que nos sentemos a conversar y pueda responder. Tengo una respuesta, pero en este momento no lo haré, no tengo las palabras ciertas para explicar las sensaciones que tengo de lo que pasa en la selección», dijo.