Golden State Warriors se tomó revancha de la humillante derrota en la última final de la NBA ante Cleveland Cavaliers. Este lunes, el conjunto de Oakland recobró la corona del mejor básquetbol del mundo al vencer a los de Ohio por 4-1 en la serie definitiva.
Los Warriors se impusieron en el quinto partido jugado en el Oracle Arena por 129-120 y sellaron su victoria en la eliminatoria final. Es su segundo título en tres temporadas y se sacaron la espina de 2016, cuando perdieron por 4-3 ante los Cavs, tras ir ganando la serie por 3-1.
La gran figura fue Kevin Durant, quien consiguió finalmente su primer anillo de campeón, justamente lo que vino a buscar a Golden State tras dejar a Oklahoma City Thunder en un polémico traspaso. El alero anotó 39 puntos, tomó ocho rebotes y añadió ocho asistencias para ser la gran estrella del quinto cotejo.
Además, Stephen Curry anotó 34 unidades y secundó la gran tarea de «KD», quien se transformó en la gran figura de la final, elegido como el MVP (Most Valuable Player o Jugador Más Valioso) de la llave.
Para los Cavs queda la frustración de la derrota y de ser ampliamente superados por sus oponentes. Su estrella LeBron James no pudo hacer nada para evitarlo y en este partido anotó solo 28 puntos, aunque cargó a una escuadra que carecía del talento que mostraba su rival. Solo Kyrie Irving fue capaz de seguir a James, pero no fue suficiente.
De esta manera, el vencedor terminó los playoffs con marca de 16-1, la mejor de un campeón en la historia de una postemporada.
Así, los Warriors escalan al cuarto lugar entre los campeones históricos de la NBA con cinco coronas, igualando a San Antonio Spurs. Un equipo que ya marca una época y que el próximo año volverá por otra corona.
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— Golden State Warriors (@warriors) June 13, 2017
