Seis años tuvieron que pasar para volver a tener a un tenista chileno en un cuadro principal de singles de un Grand Slam. Nicolás Jarry, a sus 21 años, el encargado de romper con esa sequía tras superar este jueves las clasificaciones de Roland Garros con su apretada victoria frente al «gigante» estadounidense Reilly Opelka.
El todavía número dos del país, que en tres semanas puede ser la primera raqueta, consiguió todo un hito en su incipiente carrera y se sumó a la lista de jugadores nacionales que pudieron anotarse en el main draw de un major. El último en lograrlo había sido Jorge Aguilar, precisamente en París, y por eso salió a resaltar la hazaña del Príncipe.
«Lo que hizo Jarry es muy bueno, creo que se lo merece, se siente jugando bien. Cualquier jugador sudamericano tiene ese sueño de jugar un torneo grande como Roland Garros y pasar una qualy no lo logra cualquiera. Es como entrar a un coliseo, sabes que vas a pelear con los grandes«, reconoce en conversación con ATON Chile.
«Cuando pasas a ese mundo es todo distinto. Que te vayan a buscar en autos de lujos, pasear en Mercedes Benz, con puras marcas grosas, que te lleven hasta el mismo hotel y que el trato sea distinto, es otro ambiente. Ahí uno dice ‘sirvieron las sacadas de cresta’«, añade Manimal, quien colgó la raqueta en 2015, pero que volvió este año a jugar dobles en Futuros.
Además, el Zorro se atreve a darle un consejo al nieto de Jaime Fillol: «lo que le puedo decir, que me sirvió a mí cuando pasé la qualy, es que lo disfrute y obviamente que juegue con garra. Tiene que aprovechar, ya está entre los grandes. Cuando estás ahí sabes que cualquier jugador que venga es un nivel top y si te metes presión de querer ganar una primera ronda, te puede jugar en contra», advierte.
Independiente de lo que ocurra en el cuadro principal del torneo parisino, Aguilar le pone fichas a Jarry para el resto de la temporada. «Con esto va a agarrar una confianza de locos, le va ayudar mentalmente y se va a creer mucho más el cuento», enfatiza.
Por último, Aguilar rememora el sueño que vivió en Bois de Boulogne, cuando derrotó en la última ronda de la fase previa al argentino José Acasuso y cayó en su debut en el cuadro principal frente al checo Tomas Berdych (17° del mundo en ese entonces y 15° cabeza de serie) por 7-6 (7), 6-3 y 6-1.
«Después de superar la qualy no quería un jugador tan duro, pero cuando supe que jugaba con Berdych dije ‘hay que meterle, ya estoy acá, hay que disfrutar y pasarla bien. También me sirvió para darme cuenta que estaba en un nivel bueno. Tener set point a Berdych fue por algo», concluye.
Por Nicolás Nancucheo (Aton Chile)