Mario Palominos – @Marukinho8
Medio partidario Frecuencia Cruzada
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«Punteros exclusivos». «La primera opción la tenemos nosotros», «esto depende de Católica». «Aquí no ha pasado nada». Todo cierto, excepto por lo último: «Aquí no ha pasado nada». Al contrario, pasaron muchas cosas el fin de semana. La derrota de Colo-Colo ilusionaba a los hinchas con que por fin podríamos empezar a escaparnos de los escoltas, de seguro el almuerzo para los hinchas cruzados fue mucho más sabroso. Más aún para esos hinchas que viajaron al norte del país, a seguir sus colores, su camiseta como lo han hecho siempre, teniendo que aguantar todos los contratiempos que implican este tipo de viajes. Sí. Nadie los obliga, es verdad, pero vivir una pasión de esa forma es algo digno de destacar, y que esa gente tenga una alegría es sin duda, algo merecido. Arica se vistió con la franja todo el fin de semana, tanto en el banderazo, en las calles como en el estadio. En este escenario, lo que ocurrió en la cancha, fue muy pobre para todos ellos.
Empezamos ganando con un golazo de Jeisson, pero con el correr del partido el equipo se fue durmiendo hasta el resultado final. Errores en la elección de jugadores y en la solución táctica para dar vuelta el partido por parte del director técnico y con jugadores que demostraron no estar a la altura para defender nuestra camiseta. Esta altura no tiene que ver solo con un rendimiento futbolístico, sino que con lo mínimo que un futbolista debe tener: las ganas y dar todo lo que sus capacidades le permitan, esto no apareció en ningún lado. Salvo excepciones de querer revertir la situación, como Nicolás Castillo que a pesar de estar al borde de la suspensión, batalló como pudo. El resto se olvidó de por qué estaba jugando y con qué camiseta lo estaba haciendo. A ese hincha que viajó tantos kilómetros o a ese que espera ver jugar a la UC en su tierra una vez al año, le duele mucho. Porque todos esperamos, al menos, ver al equipo luchando a morir la opción de dar vuelta un resultado adverso.
Este campeonato, con la derrota de Wanderers, nos vuelve a brindar una oportunidad, otra más dentro de una larga lista. Hay tantos motivos para no desperdiciarla: la alegría de aquellos que siguen su pasión, la alegría personal de los jugadores de obtener un título en un equipo estigmatizado por la prensa, romper con la historia, taparle la boca a los hinchas de Colo Colo que los esperaron en el aeropuerto para tocarles la oreja, y muchas más. Enfrentemos la adversidad. Hagámonos cargo en todos los frentes, en la cancha y en lo institucional, donde queremos un equipo y un club distinto.
No repitamos lo ocurrido el domingo en Arica, no todo sigue igual. Ahora deben existir más ganas, más rabia, más convicción en que la copa no se nos puede escapar. Los cambios que ansiamos todos parten en la cabeza y se concretan en la acción, rompiendo esquemas y estructuras. No todo sigue igual, más allá de la tabla de posiciones. Esto debe significar un remezón, en que hay que dar más allá del mínimo y que no existen fantasmas de ningún tipo que nos puedan privar de esta alegría. Cambiemos el switch, para que no todo siga igual.
GRAF/PS