Esta semana en nuestras recomendaciones de los miércoles, la librera y mediadora de lectura, Catalina Pulgar, nos hablará de literatura infantil, y qué mejor que niñas nos sugieran sus libros favoritos.
Literatura infantil: que hablen las niñas
Cuando comencé a trabajar de librera, el área infantil me parecía completamente ajena. Mi formación adultocentrista me hacía pensar que las recomendaciones de lectura eran exclusivas para quienes compran los libros. Al poco andar entendí la importancia que tiene un espacio donde les niñes pueden acceder a la lectura y empecé a hablarles a su altura, a preguntarles qué les gusta, cuál es su color favorito, qué les gustaría leer/saber.
Las respuestas muchas veces me dejaron con más preguntas, una parte de mi propia infancia se conecta con cada niñe que mira un libro como un tesoro.
Esta semana le pedí a dos niñas que le recomendaran un libro otro niñe, con sus propias palabras, este fue el resultado:
Eloísa, 8 años.
Gato negro, gata blanca
“Hola, Soy Eloísa y les quiero explicar algo de Gato Negro, Gata Blanca.
Gato Negro quiere ir a conocer la noche, por mientras que Gata Blanca quiere ir a conocer el día. Cuando iban en el camino, se encontraron, pero primero Gata Blanca acompañaba a Gato Negro a conocer la noche y después Gato Negro acompaña a Gato Blanca a conocer el día. Después Gato Negro le llevaba los regalos más bonitos de la mañana: mariposas, margaritas y palomitas, pero después Gata Blanca le llevaba los regalos más lindos de las noche: ratones, culebras y murciélagos.
Eso pasaba y después se hicieron inseparables y tuvieron 1, 2, 3, 4, 5, 6… 6 gatitos y su color…
Pero, ¿De qué color serán? Podrían ser grises, blanco con negro, tres blancos, tres negros, pero… o quizás que sean ¡naranjos!
¡Ese era el color! Los gatitos eran naranjos, los gatitos eran na-ran-jos”
“Soy Laura Corona, mamá de Eloísa y artista escénica. Le gustó mucho “Gato Negro, Gata Blanca», porque los gatos son su animal favorito y porque le pareció genial que las ilustraciones fueran en blanco y negro. Eloísa recomienda este divertido libro, que tiene muy buenos dibujos y un inesperado final”
Celeste, 6 años.
Añañuca
“Hola, soy Celeste y hoy les voy a hablar de Añañuca.
Este libro me lo regaló la Librería Una Casa de Cartón y hace mucho tiempo quería leerlo, porque cuando estaba en la guatita de mi mamá, en un viaje al Norte con mis tatas y mi papá vieron muchas Añañucas y me decían Celeste Guadalupe Añañuca, pero me llamo Celeste nomás.
El libro cuenta la leyenda nortina sobre estas flores tan bonitas y nos la presenta con el personaje de una niña con ese nombre, a quien le gusta mucho estar sola.
A mi me gustó porque nos muestra como el amor cambia la vida de Añañuca, y la forma en que se presenta la muerte dentro de la historia.
Las ilustraciones tienen principalmente rojo, el color de las flores y mi color favorito y eso también me gustó mucho.
Ojalá otros niñes lo leyeran porque no siempre se habla de los ciclos de la vida y es bonita la forma en que aparece en este libro”
“Soy Paulina Bermúdez, mamá de Celeste, autora y tallerista, lectora voraz. Desde el día uno de ser su mamá supe que la lectura sería la base de nuestra educación en casa y Celeste ha tenido la posibilidad de tener libros a la mano siempre, y de verme leer y escribir por lo que se hace un ejercicio muy conocido, por acá la lectura jamás ha sido forzada”
Hoy en día la literatura infantil es uno de mis géneros favoritos. El libro álbum sin duda ha sido un gran descubrimiento, creo no habría sido posible sin todes les niñes con los que he comentado lecturas. Con cada intercambio aprendo cosas nuevas. Pienso en los infinitos caminos que tiene la imaginación en la infancia, y me maravillo pensando en todos los lugares a los que pueden viajar con un libro.
Proteger la infancia es también abrirles todos los espacios y darles una voz. Hablar siempre por elles limita sus expresiones. Lo veo a diario en mi trabajo, el vínculo que establecen con los libros es completamente diferente cuando se les permite explorar el lugar, buscar opciones. Empoderar sus decisiones para acceder al conocimiento trae muchos beneficios para el desarrollo de lo que llaman “hábito lector”.
Yo propongo dejar que elijan los libros que quieren, para que a futuro vivan leyendo y no esperando tener espacio o el tiempo para leer.