Durante décadas, distintas generaciones de niñas crecieron teniendo como modelo a las princesas de Disney. Se trataba de jóvenes bellas y bondadosas, pero que en algún momento crítico de sus vidas necesitaban de un príncipe azul que las salvara. Y no sólo eso. Porque necesitaban de un siempre valiente y apuesto joven a su lado para lograr la felicidad.
Pero en 2021 las cosas han ido cambiando. Si bien el proceso ha sido lento, en pantalla cada vez se van viendo princesas de Disney que tienen otros objetivos. Un ejemplo con más de dos décadas es «Mulán» y ya más cercanos son películas «Moana» o de «Raya y el último dragón», lideradas por valientes chicas que buscan salvar el mundo por sí mismas.
Como algunos años de cambio no son suficientes para generar una real diferencia en la sociedad. Disney lanzó la campaña «Tiempo de Celebrar» que, básicamente, busca conseguir que los más pequeños y también adolescentes sigan sus sueños hasta cumplirlos.
Princesas latinoamericanas
Y quienes encabezan la iniciativa son tres jóvenes de 18 años oriundas de Latinoamérica. Se trata de la mexicana Arantza Méndez Rodríguez, quien es campeona en robótica; la nadadora paralímpica María Carolina Rodríguez Angarita y la futbolista profesional brasileña Julian Kesia Souza.
Las tres contaron a Publimetro qué las motivó a participar de este proyecto y lo que esperan aportar al ser parte de él.
Vía Zoom, Arantza Méndez Rodríguez cuenta que la invitaron a ser parte de la campaña porque es parte de Robotix. Y que le interesó para poder: «compartir una experiencia que me encanta, porque siento que puede inspirar a más personas y, sobre todo, a más niñas a que se introduzcan en el mundo de las STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por su sigla en inglés)». Cabe recordar que hay una gran brecha de género en esa área, que parte en la niñez.
La joven recuerda que cuando fue a las olimpiadas mundiales de robótica en Rusia vio algo que jamás imaginó: un equipo completo formado por niñas «No estaba en mi mente, estaba acostumbrada a otra cosa. Y si no piensas que algo existe, no piensas en ello. Cuando lo ví, pensé ¿y por qué no se puede en México?».
Por su parte, nadadora paralímpica María Carolina Rodríguez Angarita cuenta vía WhatsApp desde Colombia que «Lo que más me gustó de esta campaña es el interés que tiene Disney en los jóvenes de hoy en día. Ven en ellos una fortaleza y una resiliencia inigualable y quieren lograr que crean en sí mismos». Y ella es ciertamente un ejemplo de ello. Tras ser amputada de una pierna por un cáncer, se terminó sumando al equipo paralímpico.
«Siento que mi historia está haciendo que muchas personas vean lo capaces que pueden ser y lo lejos que pueden llegar con esfuerzo y dedicación», dice y agrega convencida: «Mi moraleja final es que no se rindan jamás y que siempre busquen ser mejores, pero no que los demás, sino que de ustedes mismos».
También por WhatsApp, pero desde Brasil, Julian cuenta que quiere inspirar a la gente, dar fuerza, transmitir alegría sólo con verme o escucharme hablar, ser luz en la vida de las personas, «Creo que los valores de adentro son los más puros que pueden existir y transmitirse», dice.
La importancia de la representación
Las princesas más clásicas de Disney además de las características de personalidad solían ser de rasgos europeos. Pero estas tres chicas difieren de ellas tanto en actitud como en lo físico: son 100% latinas.
Sobre el tema, Arantza comenta: «Siento que se están abriendo las puertas. Esta campaña sirve para abrir los ojos de las niñas y los niños que no hay que parecerse a alguien para ser una princesa».
Y agrega que una de las cosas que le gusta es que no se busca la perfección, sino que empoderar: «No tienes que salir en Disney, ni tener joyas ni dinero para ser una princesa. Una princesa es alguien que tiene valores, que persigue sus sueños y que lucha por hacerlos realidad».
Julian dice estar convencida de que tener princesas reales y latinas son importantes en términos de representación. «A veces se sienten tan lejos y ¡uf! Pero ahora me pasa a mí, y a las otras princesas latinas, que saca el cuento de hadas de nuestras mentes y demuestra que las verdaderas princesas existen y que sí, aman, inspiran, sueñan y todo lo demás».