La Cumbre del Rock Chileno se enfrenta a un gran desafío. Luego de tener una de sus ediciones más exitosas, en la que Jorge González se despidió de los escenarios, Mon Laferte debutó en Chile y se galardonó a Álvaro Henríquez por su trayectoria, el festival de música nacional ha dado sus pasos más concretos para lograr consolidarse como un evento anual. Una misión que parece algo obvia, pero que, en tiempos en que la oferta de conciertos y festivales es generosa cada año, lo que también ha traído que una serie de espectáculos han tenido que verse obligados a cancelar por la poca venta de entradas, es algo más que necesario.
Este 2018, la Cumbre del Rock Chileno, a realizarse este 27 de enero en el Club Hípico, contará con más de 40 artistas, entre los que destacan Los Jaivas, quienes serán los homenajeados este año, la presentación de la música de “La Negra Ester”, a cargo de Álvaro Henríquez y la Regia Orquesta, Alain Johannes Trio, Ana Tijoux y Moral Distraída, entre otros, conformando una parrilla en la que sólo siete nombres se repiten del año pasado.
Una ambiciosa apuesta que ya está tirando línea para sus, al menos, dos próximas ediciones. “Planteada de esta manera, de hacerla todos los años, la idea es que no se corra el riesgo de que todos los años vayan los mismos artistas. Por ello, partiendo de este análisis, empezamos a descubrir que la manera de sorprender a la audiencia todos los años es posible, en la medida en que cultivemos una visión de multicultural súper marcada. Si pretendemos tener un festival de estas dimensiones sólo de metal y rock pesado es insostenible. Chile tiene mucho más”, cuenta Juan Andrés Ossandón, director del festival, quien destaca que “hay ciertas figuras que, a mi parecer, no pueden no estar. Como Álvaro Henríquez, pero no siempre con Los Tres”.
De esta manera, la idea es incluir tanto a nombres emblemáticos como Buddy Richard, José Alfredo Fuentes o Los Ángeles Negros, o a artistas pop, como Camila Gallardo y Denise Rosenthal. Algo que ha generado ruido en la redes sociales, ya que esta variedad no estaría en la línea de lo que su nombre señala, ser un encuentro rock. “La verdad es que si uno ve un festival que es más emblemático con la palabra rock, como el Rock in Rio, el año pasado llevó a Fergie y Lady Gaga. Para nosotros es fundamental mantener un eje rockero”, expone Ossandón.
Fundación Encumbra
Una vez trazada esta directriz de armar un festival por año, la segunda misión del evento fue lograr la sustentabilidad de este proyecto que ahora será anual. Para ello, y después muchos análisis y reuniones con personas ligadas a la gestión cultural, se decidió crear una fundación llamada Encumbra con la idea de poder facilitar aportes del Estado y patrocinio de la empresa privada. “La cumbre ya demostró que es sustentable en el tiempo y esta fundación le abre nuevos caminos”, destaca el director del festival. Una figura que no se ocupó este año, pero que será aplicada para su versión 2018.
Otra de las novedades que trae la creación de la Fundación Encumbra es llevar a La Cumbre fuera de Santiago. “La fundación tendrá un rol fundamental. Puede ser en diferentes formatos, en relación a cómo cada una de las regiones la vaya pidiendo y sea realmente posible. El 2018 vamos a tener las primeras experiencias, sí o sí, de descentralización de La Cumbre”, explica Ossandón. Pero la idea no es sólo salir a regiones, sino que el evento a realizarse en el Club Hípico se convierta en un gran showcase de músicos chilenos para otros productores y programadores de festivales internacionales. “Vamos a tener gente de distintos eventos que son afines a La Cumbre, como podría ser Cosquín, Rock al Parque o Guadalajara”, cuenta el director, quien, además, plantea la posibilidad de generar un intercambio de artistas con estos festivales.
Además, existe la posibilidad de que La Cumbre del Rock Chileno se haga en otros países. “Estamos viéndolo. Parece raro, porque no puede ser algo más cerrado por su nombre, lo que implica que donde sea que se haga tendrá que tener artistas chilenos. Y si tiene artistas internacionales, deberían ser invitados de los chilenos. Latinoamérica está interesada en lo que pasa en Chile”, remata Ossandón.