La misión no era fácil. Maluma salió del escenario de la Quinta Vergara ante el delirio de sus fanáticas y mientras este aún estaba en backstage, ellas seguían gritando. Pero Rodrigo Villegas estaba preparado para el desafío y fue el único de los humoristas que se han presentado hasta el momento en esta 58 versión del Festival de Viña que al inicio de su rutina no realiza un homenaje a Bomberos para entrar en contacto con el público.
A diferencia de eso, se fue soltando, agradeciendo y, con baile incluido, comenzó a hablar de su vida y lo difícil que es vivir con sobre peso.
«Me gusta que la gente se ria conmigo. Tratamos de no tocar a nadie y de cuidarnos harto en eso», aseguró en conversación con los medios de prensa.
Así fue pasando el nerviosismo y a la mitad de la rutina recién pudo respirar profundo ante el “olé, olé, olé, guatón” que coreaba el público de la Quinta Vergara.
“Fue un momento maravilloso, precioso. Estoy súper emocionado y es bonito que pasen estas cosas”, declaró luego del show.
Punto a parte lo que pasó minutos después, cuando desde la galería gritaron interrumpiendo la rutina del integrante de Morandé con Compañía de Mega. Rodrigo se veía aproblemado, miraba y no entendía nada.
“Me asusté, pensé que era yo”, dijo al salir del escenario y encontrarse con el backstage, para luego complementar en la conferencia de prensa respecto a sus sensaciones con aquel enredado momento, agradeciendo de paso que los animadores «salieran a prestarme ropa».
“No tenía nada pensado si es que las pifias eran para mí, voy jugando con la sensación de la gente y algo pasó que se desconectaron», agregó aún sin entender mucho.
Así, y con un humor más familiar y con situaciones cotidianas, Villegas sorteó con carácter la situación para llevarse al final de su presentación las dos gaviotas y la ovación del público asistente.
El rating también lo acompaño, ya que desde las 00:02 y las 00:54 promedió 40,8 unidades, con peaks de sintonía de 43 puntos.