La prevención de incendios en uno de los lugares más fríos de la Tierra podría parecer un trabajo innecesario, pero todos los años el Programa Antártico de Estados Unidos recluta a un equipo de bomberos para que se dirijan hacia el Polo Sur.
"’¿Hay incendios en Antártica?’ Siempre me hacen esa pregunta", dice Megan Branson, quien pasó más de 24 meses en el hielo como bombera y paramédico, entre 2007 y 2010.
¿Y la respuesta?
Sí. Aunque raras veces.
En la agitada temporada de verano, de octubre a marzo, hay más de 1.000 residentes en la Estación McMurdo del Programa Antártico de EE.UU., lo que la convierte en el asentamiento más grande de la región.
Los vuelos que aterrizan en la base deben, por ley, tener un equipo de bomberos, pero McMurdo también es una ciudad completamente funcional.
Como en cualquier urbe, la seguridad contra incendios es importante. Aún más cuando las temperaturas al aire libre en verano apenas superan el punto de congelación.