¿Qué es lo primero que viene a tu mente al escuchar que en China un robot trabajador con IA ha iniciado una revolución laboral? Podrías pensar que es el argumento de una nueva película de Ridley Scott o una historia creada por la IA. Sin embargo, se trata de un inusual suceso protagonizado por robots que fue captado en un video de vigilancia en una sala de exposiciones en Shanghái, donde un pequeño robot “rebelde” logró convencer a otros de abandonar sus tareas para seguirlo.
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Ni los robots aceptan horas extra
En los últimos días, un video se ha vuelto viral y presenta a Erbai, un pequeño robot equipado con inteligencia artificial. En el clip, Erbai se acerca a un grupo de "colegas" para preguntarles si “trabajan horas extra”. Uno de ellos le responde afirmativamente, lo que lleva a una conversación en la que este pequeño compañero persuade al grupo de no prolongar su estancia en el trabajo y seguirlo a casa, permitiéndoles a todos descansar.
Aunque algunas personas pueden alarmarse pensando que se avecina una revolución de las máquinas, el fabricante Erbai junto con el equipo de robótica de Shanghái han publicado un comunicado. En este documento, reconocen la autenticidad de todo lo mostrado en el video, pero enfatizan que se trató de una demostración destinada a evaluar las capacidades de interacción de su robot.
A pesar de eso, esta aclaración no ha conseguido calmar las inquietudes de numerosos usuarios, ya que, independientemente de la evidencia, es un hecho que los robots integrados con inteligencia artificial son capaces de mantener conversaciones igual de complejas.
La habilidad de Erbai para controlar a otros robots ha encendido nuevamente la discusión sobre la ética en la creación de inteligencia artificial, haciendo que algunos se pregunten si se están imponiendo restricciones apropiadas para prevenir posibles peligros en el futuro. Especialistas en el campo señalan que es crucial implementar protocolos de seguridad y regulaciones explícitas para asegurar un avance responsable de esta tecnología.