Hace poco la Asus ROG ALLY X comenzó a estar disponible para el público y desde FayerWayer tuvimos la oportunidad de probarla. Esta es la segunda consola de este tipo desarrollada por Asus.
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La primera, que se ha convertido en nuestra copiloto para pruebas de videojuegos de Steam cuando estamos “en movimiento” (viajes y otros), tiene un buen rendimiento, aunque algunos pendientes que revelamos en su review: batería, peso, comodidad. ¿Responde la ROG Ally X a estos pendientes? Veamos.
Primeras impresiones
En temas de presentación: packing, accesorios, guías. Asus siempre ha hecho un buen trabajo. El producto se ve y se siente premium, la primera impresión es excelente, como se espera de esta marca y de su línea ROG.
El diseño exterior de la consola ha mejorado, ahora en negro, se ve increíble. Ya más adelante, detallaremos más cambios externos que influyen en su desempeño: pero primera impresión 10/10.
Consola con Windows
Las consolas de Asus vienen con Windows, algo que gusta mucho a quienes aman el mundo de los emuladores. Más allá de videojuegos AAA vía Steam o Xbox Game Pass, puedes andar trayendo tu biblioteca de retrogaming y eso es algo bastante agradable en realidad.
Además, es fácil de lograr y consume pocos recursos. Pero eso, puedes lograrlo hasta con un smartphone: la clave para definir si vale la pena o no el dispositivo es precisamente probarlos con videojuegos exigentes de los últimos años. Además, no podemos dejar de lado su precio (la primera costaba aproximadamente 600-700 USD, esta llega a los 1.000 dólares).
¿Qué mejoró la ROG Ally X?
Esta es la pregunta clave. Ya que la “segunda” consola de Asus, cuesta 400 dólares más que su antecesora hoy en el mercado. ¿Vale la pena actualizarme? ¿Vale la pena comprar esta versión más cara? Sí, ya que en las pruebas realizadas quedó claro: algunas de las cosas que molestaron en la ROG Ally, mejoraron en la ROG Ally X. Principalmente en batería y almacenamiento (aunque recordemos que para el almacenamiento igual hay soluciones “externas”).
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Hablemos primero de la batería. En el modo Turbo y con juegos exigentes la primera generación no superaba la hora de funcionamiento (o muy “justo” una hora). Eso pasaba por su alto consumo y los 40 Wh de potencia de la batería. En ROG Ally X trae 80 Wh de potencia. Efectivamente: en modo turbo y con juegos AAA, la batería rinde 2 horas o un poquito más. Mejoró, pero a nuestro gusto sigue siendo insuficiente.
Con el modo “Silencioso”, donde se disminuye el consumo a 14-16 Wh, rinde más, pero es para juegos de menor rendimiento: y lo que uno espera de una consola de este precio y que trata de emular un “PC” es el máximo rendimiento. En este modo, el rendimiento queda entre 4-5 horas, un poco más cercano a lo que podría otorgarnos, por ejemplo, una Nintendo Switch (pero aún así, más abajo).
OJO: la marca habla de “14 horas conectada sin jugar”. ¿Para que la quiero si no es para jugar? Vamos a ahondar en eso también.
Más RAM, ¿se nota?
En cuanto a potencia, ROG Ally X mantuvo el procesador AMD Ryzen™ Z1 Extrem, pero agregó almacenamiento. La ROG Ally de la primera generación contaba con 500GB, expandible hasta 1TB, pero ahora cuenta con 1TB desde el principio. Ahí un buen punto.
¿Y en RAM? Pasaron de 16GB a 24GB. Se nota: tiempos de carga menores, mayor fluidez, punto para Asus. Aquí abordaremos el “para que más usarla”. Si bien la consola cuenta con Windows, por ende es un computador, no es cómoda para ofimática o para otras tareas relacionadas con Windows: está hecha para jugar.
Ya sea Steam o los servicios de Xbox o emuladores, u otros: su finalidad es jugar. Por eso no se entiende “qué tiene de bueno” hablar de cuántas horas dura la batería en otras funciones: tal vez marketing, porque recordemos que lo de las horas de duración de la batería es algo criticado duramente en este tipo de consolas.
Comodidad al usar la consola
Una de nuestras principales quejas de la consola de la primera generación era la comodidad al usarla: algo tosca, algo pesada. En el diseño vemos cambios: es más ergonómica e incluyeron botones adicionales en la parte trasera de la consola que sirven bastante para mejorar el confort.
Este rediseño no solo mejora la jugabilidad, sino que al parecer también se aprovechó para mejorar el sistema de ventilación de la consola: se calienta menos y es considerablemente menos ruidosa. Lo del peso, sigue siendo un tema: de hecho aumentó. Pasamos de 608 gramos en la primera generación a los 678 gramos actualmente.
Conclusiones
Nos gustan las mejoras: más RAM, mejor desempeño, mejor ventilación, un diseño exterior más bonito y mejor batería. Pero aún no la sentimos como “la consola” que Asus nos puede entregar. En sus notebooks gamer nos sentimos ante un producto 100% premium y que “no se queda corto”.
Con Asus ROG Ally X, si bien nos gustó bastante el dispositivo, aún hay cosas por mejorar: debería tener aún más batería y no hablar de las horas de batería en cosas que “no son jugar”. No es una consola para personas de manos pequeñas, por su peso y distribución te agotas de jugar incluso antes de que se agote la batería.
¿Para quién esta pensado? Creo que para ese jugador ocasional que tal vez por la vida adulta siente que ya no juega tanto como antes, y que prefiere los juegos de PC antes que los de consola.
Pero hoy, ya no solo con Nintendo Switch, sino que con PlayStation Portal y con la Logitech G Cloud, ese adulto jugador que quiere juegos AAA cuenta con varias opciones para jugar en modo portátil, por lo que la batalla se le puso más difícil a Asus. Veamos como avanza en las ventas: es un buen dispositivo, pero esperamos atentos la tercera generación. ¿La tercera es la vencida, no?
