Comercio

Las automotrices estadounidenses, las más afectadas por los nuevos aranceles de importación en EE.UU.

La nueva política comercial de Donald Trump impone un arancel del 25% a los autos y repuestos importados, lo que representa un golpe directo para General Motors, Ford y Stellantis, más expuestos que sus rivales japoneses y europeos.

(FORD/Europa Press)

La industria automotriz global enfrenta un nuevo obstáculo tras el anuncio de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a la importación de vehículos y autopartes, medida que entrará plenamente en vigor el 3 de mayo de 2025. El objetivo declarado de esta política es favorecer la producción local, pero afectará negativamente incluso a los fabricantes estadounidenses.

Según datos de JATO Dynamics, en 2024 se vendieron 16,1 millones de vehículos livianos nuevos en EE.UU., de los cuales aproximadamente 6,3 millones fueron importados desde México, Canadá, la Unión Europea, Reino Unido, Japón y Corea, todos ahora sujetos al nuevo arancel.

General Motors, Ford y Stellantis: los más vulnerables

Las llamadas “Tres Grandes de Detroit” —General Motors, Ford y Stellantis— vendieron en conjunto alrededor de 1,85 millones de vehículos importados en EE.UU. durante 2024. Esta cifra representó un 13% de sus ventas globales combinadas.

En comparación, las marcas japonesas Toyota, Honda y Nissan vendieron 17,9 millones de unidades en todo el mundo, con solo 1,53 millones de vehículos importados vendidos en EE. UU., es decir, un 9% del total. Las automotrices alemanas Volkswagen Group, BMW Group y Mercedes-Benz vendieron en EE.UU. un volumen equivalente al 7% de sus ventas globales.

Para Felipe Muñoz, analista global de JATO Dynamics, “el despliegue de estos aranceles es otro problema que la industria debe afrontar. EE.UU. es el segundo mercado de vehículos más grande del mundo y ahora será más difícil que nunca para la mayoría de los fabricantes no chinos comerciar allí”.

Acciones de empresas automotrices caen
Acciones de empresas automotrices caen

Mazda, Subaru y GM: alta dependencia del mercado estadounidense

Mazda es una de las marcas más expuestas a esta medida. De los 1,28 millones de vehículos que vendió a nivel mundial en 2024, 343.000 fueron importados y vendidos en Estados Unidos.

Subaru también enfrenta desafíos. Aunque produce una parte significativa de sus vehículos en Indiana, las importaciones aún representaron el 26% de su volumen global en 2024. Además, el 71% de sus ventas totales se realizaron en EE.UU.

General Motors, con una fuerte presencia en América del Norte, América del Sur y China, vendió en EE.UU. un volumen de autos importados equivalente al 18% de sus ventas globales en 2024. Esta cifra es la más alta entre los cinco mayores fabricantes del mundo, por encima incluso de Hyundai-Kia y Toyota.

Volkswagen, BMW y Mercedes: menos expuestos, pero aún afectados

Aunque el mercado estadounidense representó menos del 10% de las ventas globales del Grupo Volkswagen en 2024, alrededor del 80% de los vehículos que comercializa en EE.UU. fueron fabricados en el extranjero. Esta proporción lo vuelve vulnerable, aunque en menor medida que otros fabricantes.

Felipe Muñoz explicó que “EE.UU. es un mercado vital para 14 de los 18 fabricantes globales no chinos. Aunque para algunos representa una fracción menor de sus ingresos, la presencia en este mercado es clave para mantener su estatus como marcas globales”.

Reconfiguración de la producción: un paso inevitable

La consecuencia más inmediata de esta nueva política será una presión creciente sobre los fabricantes para aumentar su producción dentro de Estados Unidos. Marcas como Volkswagen, Volvo, Hyundai-Kia, Mercedes-Benz, BMW, Stellantis, Toyota, Nissan, Subaru y General Motors se verán obligadas a reforzar su huella industrial local si quieren seguir compitiendo sin perder rentabilidad.

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