Historia

“Burritas”: El origen del apodo de los autos antiguos en Chile

En Chile, los automóviles antiguos son comúnmente denominados “burritas”. Este término, cargado de historia y tradición, tiene raíces que se remontan a las primeras décadas del siglo XX.

Buick Model C de 1905
Buick Model C de 1905

La llegada de los primeros automóviles a Chile a principios del siglo XX transformó el transporte y marcó un hito en la movilidad. Sin embargo, con el paso de los años, el origen de algunos términos populares, como “burrita” para referirse a aquellos primeros autos, ha quedado envuelta en el misterio. ¿De dónde proviene esta denominación? Existen varias teorías que buscan explicarlo.

La hipótesis zoológica

Antes de la llegada de los automóviles, el transporte en Chile dependía de carretas tiradas por burros, mulas y caballos. Estos animales eran fundamentales para el traslado de personas y mercancías. Con la introducción de los vehículos motorizados, se especula que la población empezó a llamarlos “burritas” en referencia a los burros que previamente cumplían esa función.

La hipótesis mecánica

Otra explicación sugiere que el término se originó por la forma en que se encendían los primeros automóviles. Muchos de estos modelos, como el Ford T, requerían una manivela para arrancar el motor. En ocasiones, la manivela retrocedía bruscamente, golpeando a quien la operaba de manera similar a una “patada de burro”. De acuerdo con el sitio Tuerca.cl, “a menudo, la manivela era rechazada por el motor con un golpe seco, lo que recordaba a una patada de burrita”. Carlos Verdugo, entusiasta de los autos clásicos, explica que “los primeros Ford T no tenían partida eléctrica y si no se retrasaba el encendido antes de girar la manivela, el motor podía retroceder y la manivela ‘pateaba’, causando lesiones”.

Motor con palanca de encendido
Motor con palanca de encendido

La hipótesis de la fiabilidad

El Ford T, producido entre 1908 y 1927, fue uno de los modelos más emblemáticos de la época y se ganó una reputación de ser resistente y confiable. Su capacidad para adaptarse a las condiciones del país pudo haber reforzado la asociación con el término “burrita”, dado que los burros eran conocidos por su fortaleza y fiabilidad como animales de carga.

Un Ford T de 1908
Un Ford T de 1908 The Model T was a car designed for the common man. With the use of the assembly line, mass production of the Model T led to affordable prices that made owning a car a reality for many Americans. However, with the focus being strictly mobility, little thought was given to design—in fact the Model T was only offered in one color- black. (FotoWare fotostation)

La hipótesis sónica

Algunos expertos creen que la palabra “burrita” proviene del sonido característico de las bocinas de los primeros automóviles. Eduardo “Walo” Frías, especialista en mecánica y comunicador radial, señala: “Yo creía que era por el sonido de las bocinas, parecido al que hacen las burras”. Alexis Cares, periodista especializado en automóviles, recuerda que su profesor Hugo Miller mencionó en clases que el origen del término podría estar relacionado con este aspecto sonoro.

La influencia del Club de Automóviles Antiguos de Chile

En 1967, el empresario chileno Joaquín Lewin publicó un aviso en los diarios de Santiago invitando a los amantes de los autos antiguos, o “burritas”, a contactarlo. Esta iniciativa llevó a la fundación del Club de Automóviles Antiguos de Chile (CAACH), que ha desempeñado un papel clave en la preservación y difusión de estos vehículos. Con el tiempo, el uso del término “burritas” se consolidó en el lenguaje popular chileno.

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