Un análisis de S&P Global Mobility indica que, de implementarse los aranceles del 25% anunciados por la administración de Donald Trump, el precio promedio de un automóvil importado desde México o Canadá, que ronda los US$25.000, podría aumentar hasta US$$6.250 dólares.
Complejidad de las cadenas de suministro automotrices
La industria automotriz de América del Norte está altamente integrada, con piezas y componentes que cruzan las fronteras entre Estados Unidos, México y Canadá en múltiples ocasiones durante el proceso de fabricación. Este flujo constante de materiales es esencial para la producción eficiente de vehículos. La imposición de aranceles podría interrumpir estas cadenas de suministro, aumentando los costos de producción y, en consecuencia, el precio final para los consumidores.
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Reacciones de los principales fabricantes de automóviles
Ejecutivos de las principales compañías automotrices estadounidenses han expresado su preocupación por el impacto de los aranceles. Jim Farley, CEO de Ford, señaló que estos gravámenes podrían “hacer un boquete en la industria de Estados Unidos como no se ha visto nunca antes”. Por su parte, Mary Barra, CEO de General Motors, indicó que la empresa está evaluando estrategias para mitigar el impacto de los aranceles en sus operaciones.
Posibles efectos en la producción y el empleo
Además del aumento en los precios de los vehículos, los aranceles podrían provocar una reducción en la producción y posibles despidos en la industria automotriz. La interrupción de las cadenas de suministro y el incremento de los costos de producción podrían obligar a las empresas a ajustar sus operaciones, afectando tanto a trabajadores como a proveedores en toda la región.