Reportaje

La carga, no la autonomía, emerge como la principal preocupación para los conductores de autos eléctricos en EE.UU.

A pesar de los avances en infraestructura y tecnología, la confiabilidad de las estaciones de carga y otros desafíos continúan siendo un obstáculo importante para la adopción masiva de vehículos eléctricos.

El coche eléctrico presenta una estructura y un funcionamiento diferentes a los vehículos tradicionales de combustión, pero esto no significa que el mercado de piezas recuperadas esté "en declive". RECOMOTOR (RECOMOTOR/Europa Press)

En los últimos años, la administración de Joe Biden ha apostado por créditos fiscales, regulaciones e inversiones federales para incentivar la transición hacia los vehículos eléctricos (EV). Sin embargo, un aspecto crítico está preocupando a los conductores más que la autonomía de las baterías: la disponibilidad y confiabilidad de las estaciones de carga. Esta preocupación surge a pesar de los significativos avances en infraestructura y tecnología de carga.

Una persona carga su vehículo eléctrico en una estación de recarga en Detroit el 16 de noviembre de 2022. (Foto AP /Paul Sancya) AP (Paul Sancya/AP)

Avances en la infraestructura de carga de EV en EE.UU.

En un esfuerzo por hacer que la adopción de EV sea más atractiva, el gobierno de EE.UU. ha redoblado esfuerzos en expandir la red de carga pública. Desde 2020, el número de puertos de carga pública se ha duplicado, alcanzando los 192.000 puntos en agosto de 2024, con un promedio de 1.000 cargadores añadidos semanalmente. Estos avances han sido posibles gracias a la Ley de Infraestructura Bipartidista de 2021, que asignó miles de millones de dólares para la construcción de infraestructura de carga.

Además, la tecnología de carga ha mejorado notablemente, alcanzando velocidades de hasta 350 kilovatios, suficientes para cargar un auto eléctrico estándar en menos de 10 minutos. También, la industria ha comenzado a adoptar el estándar ISO 15118, que permite un sistema de “cargar y listo” sin necesidad de aplicaciones o múltiples sistemas de pago. Tesla, por su parte, ha comenzado a abrir lentamente su confiable red de Supercargadores a vehículos que no son Tesla, lo que promete ampliar aún más el acceso a cargadores rápidos.

Problemas persistentes en la experiencia de carga

A pesar de estos avances, la confiabilidad sigue siendo una barrera importante. Un estudio de 2022 de la Universidad de California, Berkeley, reveló que casi el 30% de los cargadores rápidos públicos que no pertenecían a Tesla en el Área de la Bahía de San Francisco no funcionaban correctamente. Una investigación nacional de 2023, que empleó modelos de inteligencia artificial para analizar reseñas de conductores, confirmó hallazgos similares.

El estudio indicó la necesidad de mejores sistemas de mantenimiento y monitoreo. Las directrices federales exigen un tiempo de actividad promedio superior al 97%, pero este indicador no siempre refleja la realidad. A menudo, los operadores de puntos de carga reportan cifras que excluyen factores como la velocidad de carga reducida o cargas incompletas, aspectos que deterioran la experiencia del usuario. Además, los conductores también enfrentan problemas como la “estrangulación” de la velocidad de carga, que puede ser afectada por condiciones climáticas o por la cantidad de vehículos en la estación.

Otros obstáculos: problemas locales y barreras técnicas

Los problemas técnicos, como la dificultad en el procesamiento de pagos y la comunicación entre vehículo y cargador, también pueden impedir que las cargas se inicien o se completen con éxito. Esto resalta la importancia de la colaboración entre fabricantes de automóviles, proveedores de carga y desarrolladores de software para asegurar que los EV y los cargadores trabajen en conjunto sin contratiempos.

Además, hay obstáculos a nivel local, como estaciones de carga congestionadas o bloqueadas por otros vehículos o nieve, y situaciones en las que vehículos de combustión interna ocupan espacios de carga, un fenómeno conocido como “quedarse ICEado”. Estos problemas evidencian la necesidad de soluciones más completas que puedan responder a la creciente demanda de vehículos eléctricos.

Perspectiva de la Universidad de California, Davis

Para abordar estos desafíos, la Universidad de California, Davis, en colaboración con la Comisión de Energía de California, está llevando a cabo un estudio de tres años. En este proyecto, estudiantes de pregrado han probado miles de cargadores en todo el estado. Hasta el momento, los resultados indican que solo un poco más del 70% de los intentos de carga han sido exitosos. Los problemas identificados incluyen congestión en las estaciones, cargadores fuera de servicio, dificultades para encontrar estaciones de carga mediante aplicaciones de navegación y cargadores defectuosos.

La cantidad y la calidad son claves

Con la continuidad de las inversiones federales en infraestructura de carga, es crucial que estos recursos no solo se destinen a aumentar la cantidad de cargadores, sino también a mejorar la calidad de la experiencia de carga. Esto implica una supervisión más estricta del mantenimiento, requisitos de tiempo de actividad que reflejen el rendimiento real y una mejor colaboración entre todos los actores de la industria.

El éxito en la adopción de los vehículos eléctricos no depende únicamente de la cantidad de estaciones de carga, sino de la confiabilidad y facilidad de uso que estas ofrezcan. Abordar estos puntos críticos ayudará a que los conductores confíen plenamente en la infraestructura de carga y garantizará que pueda mantenerse al ritmo del creciente número de vehículos eléctricos en las carreteras.

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