Desde su invención, los autos han estado rodeados de mitos que condicionan cómo los conductores cuidan, usan y mantienen sus vehículos. Aunque algunas de estas creencias tenían fundamento en generaciones pasadas, la tecnología automotriz actual ha cambiado muchas reglas. Aquí abordamos los nueve mitos más comunes sobre autos y revelamos las realidades técnicas que pueden ayudar a optimizar el rendimiento y la seguridad de cualquier vehículo.
1. “Los autos eléctricos son menos potentes que los autos a gasolina”
La evolución de los motores eléctricos ha cambiado este paradigma. Hoy en día, el torque instantáneo de los motores eléctricos permite una aceleración comparable o incluso superior a la de muchos motores de combustión. El Tesla Model S Plaid, por ejemplo, alcanza de 0 a 100 km/h en 2,1 segundos, lo que rompe el mito de que los autos eléctricos no tienen potencia.
2. “Es necesario calentar el motor antes de conducir”
Calentar el motor era necesario en los autos antiguos, pero en los motores modernos, el sistema de gestión térmica permite arrancar y conducir suavemente sin necesidad de esperar. Esto reduce el tiempo y optimiza el consumo de combustible desde el primer momento.
3. “El aire acondicionado consume más gasolina que las ventanas abiertas”
Si bien el aire acondicionado incrementa el consumo de combustible, a velocidades de carretera, abrir las ventanas genera una resistencia aerodinámica mayor, exigiendo más energía al motor. Según la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE), es más eficiente cerrar las ventanas y utilizar el aire acondicionado a altas velocidades, lo cual mejora el rendimiento del combustible en carretera.
4. “Es necesario cambiar el aceite cada 5.000 kilómetros”
Esta recomendación popular ha quedado desactualizada para muchos vehículos modernos. Hoy, los aceites sintéticos y los motores actuales permiten extender los intervalos de cambio hasta los 15.000 kilómetros o más. Es fundamental revisar las recomendaciones del fabricante para evitar un cambio innecesario de aceite.
5. “Los autos grandes son siempre más seguros”
El tamaño del vehículo sí influye en su comportamiento en caso de accidente, pero no lo es todo. En la actualidad, los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) han mejorado la seguridad, y los vehículos compactos también pueden ser altamente seguros gracias a tecnologías como el frenado automático de emergencia, la alerta de cambio de carril y sistemas de estabilidad.
6. “Solo los autos de lujo son realmente duraderos”
Este mito sobre la durabilidad ha sido cuestionado en los últimos años. Marcas no prémium como Toyota o Honda son bien conocidas por su fiabilidad y durabilidad, gracias a motores de alta calidad y al diseño enfocado en la resistencia. La durabilidad de un auto depende más del mantenimiento regular que de si es un vehículo de lujo.
7. “La gasolina de mayor octanaje siempre mejora el rendimiento”
La gasolina de alto octanaje no es siempre necesaria. Solo los motores diseñados específicamente para usar gasolina de alto octanaje obtienen un mejor rendimiento. En autos convencionales, la gasolina de 97 octanos no aumenta la potencia ni ahorra combustible, por lo que representa un gasto innecesario.
8. “Los motores turbo tienen menor durabilidad”
Este mito fue cierto en los inicios de los motores turbo, cuando estos tenían mayor desgaste. Hoy en día, la ingeniería de estos motores ha avanzado, y la correcta lubricación y refrigeración permiten que tengan una vida útil similar a la de los motores atmosféricos. Los motores turbo actuales están diseñados para un uso prolongado, aunque naturalmente deben recibir un buen mantenimiento.
9. “Se deben cambiar todas las llantas al mismo tiempo”
Aunque cambiar las cuatro llantas simultáneamente es ideal, no siempre es necesario. Si el desgaste entre las llantas es similar, basta con cambiar las dos más desgastadas, especialmente si están en el mismo eje. Esto optimiza la tracción y la estabilidad del vehículo.
Estos mitos sobre los autos son populares, pero no siempre se ajustan a la realidad técnica actual. Conocer la verdad detrás de estos conceptos erróneos puede mejorar el rendimiento y la eficiencia del combustible, optimizando así el mantenimiento y la durabilidad del vehículo. Informarse sobre los avances en tecnología automotriz y consultar las recomendaciones del fabricante es clave para disfrutar de una experiencia de conducción más segura y eficiente.