Los príncipes de Gales, Kate Middleton y William han formado una hermosa familia y tienen tres hijos los príncipes Louis y George y la princesa Charlotte.
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Aunque son unos niños, los pequeños han tenido que seguir una serie de reglas y normas que son impuestas por parte de la realeza.
Sin embargo, sus padres siempre han querido darle una educación lo más “normal posible” y han intentado estar con ellos lo más posible, para que ellos crezcan con su amor y cuidados y no criados por las niñeras.
Una de las reglas que Kate y William le han puesto a sus hijos resulta muy eficiente y todos los padres deberían seguirla.
Esto es lo que hacen William y Kate cuando sus hijos pelean y todos los padres deberían hacerlo
Kate Middleton y el príncipe William han tratado de ocuparse no solo de la educación sino también de la disciplina de sus hijos por sí mismos.
Y por esto, tienen una regla muy valiosa para cuando los pequeños están peleando entre ellos, y es que los gritos están completamente prohibidos y si lo hacen, serán castigados o “expulsados”.
Así que cuando los príncipes de Gales ven que sus hijos están discutiendo, lo que hacen es que los apartan de la escena de la pelea, interrumpiendo así el tenso momento y luego les hablan a cada uno con calma sobre lo que sucede.
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Aquí ellos tienen la oportunidad de desahogarse y expresar lo que sienten con sus padres, y Kate y William les explican la situación y les describen las consecuencias, pero jamás les gritan, permitiendo así que se calmen y que entren en razón para resolver la discusión y si es necesario, pedir disculpas.
Esta es una táctica muy positiva y educativa que todo padre debería emplear, pues las discusiones entre hermanos son muy comunes, y muchas veces no se sabe cómo enfrentarlas o cómo reaccionar como papás, y de esta forma, es la mejor, se evitan los gritos, no hay regaños, solo hacen que sus hijos entiendan lo que está sucediendo y puedan resolver el problema de la mejor forma.
Las veces que los tres hijos de la pareja ha acudido a eventos públicos se han portado de maravilla, dejando ver que son unos niños respetuosos, inteligentes, felices, y maduros, demostrando que sus padres están haciendo un gran trabajo.