Una increíble historia fue la que contó el exjugador de fútbol Manuel Neira, en el programa “Fútbol y parrilla” de Zapping TV, en el que contó el día que fue a firmar contrato a la mismísima cárcel.
Viajó para firmar por el América de Cali y cuando llegó al aeropuerto lo recibió el representante argentino Fabio Jurdakis, “y me engrupe, es bueno para engrupir y me dice ‘no te preocupes, que vamos a pasar a saludar a los dueños, pero va a ser cortito, es muy corto”, precisó.
“Llegamos a Palmira, en Cali, y yo le digo ‘¿dónde estamos?’”, y claro, estaban en la cárcel donde cumplían condena los dueños del cartel de Cali, los hermanos Rodríguez-Orejuela.
“Entramos y me dice uno de los hermanos, el chiquitito, ‘Manuel, espérame mientras atiendo al diputado’ y me dice que lo espere en la habitación de su hermano, que era una habitación gigante, con un televisor enorme, con jacuzzi y el hermano estaba ahí y lo estaban masajeando”, contó Neira.
Relata que Rodríguez-Orejuela pide con un solo dedo que le traigan comida y que atiendan al chileno. “Me dijo que no me preocupara, que me mandarían a un guardaespaldas, porque en ese tiempo en Cali, existía mucha muerte todos los días, y ahí me pregunté ‘¿donde cresta me vine a meter?’”.
Y claro, los hermanos Rodríguez Orejuela a los que se refiere Neira, son Miguel Ángel y Gilberto, ambos fundadores del cartel de Cali.
Miguel Rodríguez está pagando una condena de 30 años en la institución correccional federal Edgefield (Carolina del Sur). Mientras estuvo preso en Colombia, purgó su pena en las cárceles de Palmira y cárcel de Palogordo en San Juan de Girón de donde fue trasladado para ser extraditado.
En tanto, Gilberto en el año 2021, había manifestado su intención de declarar ante la Comisión de la verdad, en su relación con políticos de Colombia. Estuvo cumpliendo una condena de treinta años en el complejo correccional federal Butner (Carolina del Norte) hasta el día de su muerte en 2022.
