“No queremos ser una universidad zorrona”, con estas palabras el nuevo rector de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Francisco Covarrubias, dio a conocer algunas de sus definiciones en torno al cargo que asumió el pasado 1 de abril en reemplazo del exministro de Educación, Harald Beyer, tras su renuncia.
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Así, en una entrevista con el Diario Financiero, Covarrubias, que es de profesión ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dio a conocer algunos de los desafíos que enfrenta en la rectoría de la casa de estudios conocida por estar en el sector oriente de Santiago y que muchas veces ha sido justamente, calificada de tener alumnos “zorrones”.
“Acá (en la UAI) no hay temas vetados como en otras universidades. Acá convive gente de izquierda, de derecha, liberales, conservadores”, aseguró, agregando que la UAI no adhirió a la gratuidad porque no lo consideraron una buena fórmula, aunque añadió que sí hay apoyos para los estudiantes y generar de esta manera una mayor diversidad socioeconómica.
Sin ingenieros comerciales “zorrones”
“Esa diversidad de poder verse enfrentados a posiciones distintas, a historias distintas, es muy formativa y central. Dicho de otra forma, no queremos ser una universidad zorrona”, expresó.
En tanto, al ser consultado sobre algunas carreras con sesgo socioeconómico, Francisco Covarrubias apuntó que “una de ellas es ingeniería comercial, que yo mismo estudié. La composición social de los estudiantes de esta carrera en esta universidad y en otras es parecida. Lo que pasa es que aquí son tantos, que marca mucho un estereotipo. Pero nosotros no queremos ingenieros comerciales zorrones”.
En ese sentido, el rector de la UAI añadió que es fundamental que los estudiantes “tengan una preocupación pública y, al mismo tiempo, una formación amplia. El programa de artes liberales es lo contrario a lo que entendemos con la caricatura zorrona. Leer a Platón, a Marx, a Smith. Leer literatura, discutir de filosofía, de ética (…) es lo más distinto a estar preocupado, digamos, de la piscola y del asado”.
Finalmente, puntualizó que la idea de la casa de estudios es “formar estudiantes sofisticados, con plasticidad intelectual, con discernimiento ético”.