Tienen su propio idioma, religión, ritos y tipos de venganzas. Así es la tribu Mursi, considerada la más peligrosa del continente africano. Ferocidad por naturaleza, que aumenta con el consumo de alcohol, describen distintos medios respecto a las características de los habitantes “de costumbres primitivas”.
Tribu que el animador Francisco Saavedra visitó junto al equipo de Socios por el mundo de Canal 13, antes del fatal asalto que terminó con la vida del guía turístico español Toni Espada, quien acompañó en la grabación del capítulo.
Si bien, en un principio se pensó que el asesinato fue de parte de los feroces habitantes de la tribu, información preliminar de cercanos al equipo aclararon que la muerte del guía fue producto de “un hecho delictual” aislado.
Características de tribu Mursi
Según se lee en el medio español La Razón, los Mursi “no necesitan de las nuevas tecnologías para vivir, y solamente se valen de armas, las que siempre llevan encima, y el apego de sus tradiciones”.
Un turista que tuvo acceso a ellos, tras pagar una suma de dinero para compartir por unos minutos, reveló que “viven en pequeñas aldeas, y se dedican preferentemente al cuidado del ganado. Sus rostros están curtidos por los avatares de la vida, y sus miradas firmes, retadoras y penetrantes, parecen transmitir la sensación de que son capaces de todo para defender a su pueblo”, describió en Instagram.
Otra de las características es que decoraban sus cuerpos y rostros para transmitir peligrosidad y ser “poco atractivos” para los dueños de esclavos, costumbre que realizan hasta estos días.
“Los turistas que se avecinan a sus territorios pagan por solo unos pocos minutos para estar cercanos al clan. Ellas estiran sus labios y orejas con discos enormes de arcilla que desfiguran su rostro casi de forma inhumana. La idea central era ser menos atractiva para los dueños de los esclavos. Por naturaleza, son agresivos, y su agresividad aumenta cuando beben alcohol (suelen hacerlo con frecuencia). Asimismo, las marcas de su cuerpo, que se ven como cicatrices, se van ganando matando a alguien de otra tribu”.
Además, comentan que “en los conflictos por territorio, es común asesinar a alguien más. Y una de sus tradicionales ancestrales más fuertes es la lucha como Dunga, una batalla festiva entre jóvenes donde se utilizan calas de bambú para combatir. Otra ceremonia clásica consiste en dispararle un flechazo al cuello para poder beber su sangre, pero nunca con el objetivo de matarlo”, describen.