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“Me sentía un poco mala mamá”: Javiera Acevedo se sinceró sobre la difícil decisión de meter a su hijo en el jardín

“Me preguntaba ‘¿qué estoy haciendo? ¿esto está bien? ¿estará muy chico para llevarlo al jardín?’”, señaló la panelista de “Milf”.

La vida de la expanelista de “Así Somos”, Javiera Acevedo, también conocida como “Rubia y guachaca”, dio un enorme giro con la llegada de su primer hijo Kai, quien nació el 20 de mayo de 2021.

“Él es mi prioridad número uno, no tengo otra por el momento. Él es todo, después veo si tengo tiempo para otras cosas”, confesó la panelista de “Milf” en una entrevista junto a Las Últimas Noticias.

Acevedo habló sobre la decisión que tomó de meter a su primogénito al jardín a sus diez meses de edad. “Fue complicado hacerlo porque lo echo harto de menos. Por un lado, es lindo porque aprende muchas cosas y se desarrolla socialmente. Va un par de horas no más, pero igual lo extraño”, contó.

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Ella contó que el proceso ha sido súper difícil, y que sintió que su hijo pensaba que lo iba a abandonar y que lo dejaba solito. “Esa es la sensación que me pasaba, como que me sentía un poco mala mamá. Los primeros días fueron así”, contó.

“Me preguntaba ‘¿qué estoy haciendo? ¿esto está bien? ¿estará muy chico para llevarlo al jardín?’ También uno se cuestiona si quiere ir y uno ni siquiera puede preguntarle. Son muchas preguntas que uno se hace”, señaló.

“Es un aporte en su vida”

De igual forma, rescató que esto lo ayudaría mucho a establecer contactos con otros niños ya que es hijo único, y esa sería una de las razones por la que lo metió al jardín. “Creo que ese ratito en el que no está conmigo, es un aporte en su vida”, confesó.

“Es un jardín súper bueno, me queda cerca, son profesoras cariñosas, va a agarrar inmunidad con otros niños, va a conocer a otros amiguitos, lo va a pasar súper bien (...) a Kai le fascina ir al jardín. Llega y quiere hacer un montón de cosas: pinta, dibuja, quiere hacerlo todo”, contó Javiera.

“Desarrolla capacidades cognitivas, me cuenta qué hicieron, me gusta lo que vive. Es bonito, él se ha acostumbrado y está contento. Él ahora se va, te da un abrazo, un beso y al jardín. Le gusta mucho. Además, cuando lo voy a buscar un rato después, es una felicidad el reencuentro”, concluyó.

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