Lo bueno también se viraliza: niño entró a una librería a pedir un lápiz y le regalaron todos los útiles

El comerciante al ver que el niño no pedía ni dinero ni comida, corrió con una bolsa y le pidió que escogiera lo que necesitaba

Las redes sociales están llenas de videos donde se refleja, en muchos casos, la maldad de las personas y eso siempre genera comentarios y likes a montón. Pero también hay buenas acciones que se viralizan rápidamente y que dejan un gran ejemplo para el mundo entero.

Es el caso de un niño de 11 años que camino a su escuela y se detuvo frente a una librería en San Rafael, Mendoza, Argentina, no para que le regalaran dinero, sino para pedir un lápiz para usarlo en clases.

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El dueño del comercio se conmovió al ver al niño pedir solo eso para estudiar y decidió tener un gesto que ayudara aun más a ese pequeño que tiene las ganas de ser un hombre de bien.

Los útiles escolares completo para él

El comerciante le dijo al niño que entrará y escogiera, los cuadernos, sacapuntas, lápices, colores, tijera y todo lo que necesitaba de útiles escolares.

Al terminar la elección, el hombre le preguntó al niño si necesitaba una cartuchera y también se la dio. “¡Gracias, señor!”, respondió el estudiante antes de salir del negocio, reseñó La 100.

Esta bella acción la presenció un cliente, quien usó su red social Facebook para contar la historia: “Hechos que trascienden. Por casualidad del tiempo presencié está mañana un hecho que alienta a seguir empujando para el lado correcto”, publicó el usuario Pablo Peñaloza.

Testimonio sorprendió a muchos

Explicó Peñaloza que el comerciante, “dejó entrar a un niño que no pedía plata, comida, entró a pedir útiles para poder ir a la escuela (literales palabras del niño) a lo que el dueño de dicho local salió proyectado camino a las estanterías y lleno una bolsa al son de la pregunta ‘¿qué más necesitas?’. Tuve que expresarle mi admiración”.

Las imágenes de la cámara de seguridad y el testimonio fue publicado por el medio de comunicación Sitio Andino, donde el dueño de la librería contó que fue su hijo Mauricio quien le regaló los útiles al pequeño.

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“Cuando duermo la siesta, desconecto las redes; y cuando desperté y las habilité, no podía creer la repercusión que tuvo esto; ni sabía que alguien lo había visto”, reveló.

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