El chef Carlo von Mühlenbrock habló a corazón abierto respecto a amistosa relación que tiene junto a sus cinco hijos y confesó el TOC que tienen en común y que no les gusta ver arriba de la mesa, contó en entrevista con el medio Página7, reconociendo que “no lo soporto”.
Se trata de algo habitual y que en muchas casas es de lo más normal, que ni siquiera da pie para análisis. Sin embargo, para el hombre detrás de las cocinas, ollas y cuchillos se trata de un TOC. O sea, un trastorno obsesivo compulsivo, por lo cual no lo soporta.
“Es un TOC en mi casa, es que yo no soporto las bebidas encima de la mesa, siempre están como en una mesita al lado o abajo, porque encuentro que tú pones todo bonito y de repente esta cosa de plástico arriba”, señaló.
Incluso, esta obsesión contra la botella de bebida también la comparten sus hijos, quienes ya tienen habituado dejar el plástico lo más lejos posibles de sus vistas, pero cercano a sus manos para servirse el siguiente vaso.
“Ellos (sus hijos) también tienen esta cosa y me decía ‘papá, lleno de suflitos y las botellas arriba’. Me dio risa, porque él piensa que todo el mundo las baja, que es una cosa de buena educación”, relató.
“El otro día me encantó un comentario de mi hijo, que sale de cuarto medio. Lo estaban esperando en el colegio y había unas botellas de Coca Cola, con suflés y papitas. Me dijo ‘papá, pero ningún canapé’. Me encanta que tenga ese concepto”, recordó.
“Me encanta que sean sibaritas”
Además, señaló que con sus retoños, una ingeniera agrónoma, una abogada, una psicóloga y dos estudiantes secundarios, comparten el gusto por la cocina y la buena mesa.
“Tengo una hija que vive en Perú, que es muy amante de la cocina, sibarita. Yo creo que va a terminar de crítica gastronómica”, comenta entre risas a nuestro medio.
“Me encanta que sean sibaritas. El otro día, por primera vez los llevé a comer comida india y fue maravilloso, porque no querían probar y al final, que el arroz para acá, el chapati (pan) para acá…”, saboreó el chef.