Increíble es toda esta historia. Hace meses se reveló que una joven ucraniana que escapaba de la guerra con Rusia, fue acogida por una familia en Reino Unido. Hasta ahí todo bien, hasta que se fue de la casa, pero con el padre de familia.
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Desde ahí en adelante las redes sociales la llamaron la “rompehogares”, por haberse ido con el marido de la mujer que le dio techo.
Y ahora se le agrega otro ingrediente a la historia: la joven ucraniana quedó parcialmente ciega.
Sofiia Karkadym de 22 años sufrió una infección ocular en Alemania, cuando viajaba a Reino Unido. Así se dañó la visión al punto de dejarla por el momento ciega.
Necesita seis meses para recuperarse después de la cirugía en Inglaterra y así, el padre británico que dejó a su esposa por la refugiada ucraniana debió dejar de trabajar cuidar a su nueva pareja todo el día.
La versión de la “rompe hogares”
Todo partió cuando a Tony Garnett, un guardia de seguridad de 29 años, se le ablandó el corazón y decidió ayudar a la joven ucraniana, que contactó en redes sociales para darle refugio e invitarla a vivir a su casa, junto a sus dos hijas y su mujer Lorna, quien, ya sabemos por qué, no estuvo muy convencida de tanta generosidad.
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Y al parecer, el amor fue a primera vista. Así lo confesaron sin ningún tapujo los tortolitos para contar del insólito flechazo extramarital, el cual se incrementó porque hablaban el mismo idioma, mientras que la esposa y traicionada dueña de casa no podía entender nada de la conversación.
Y fue así que se fueron juntos a la casa de los padres de Tony.
En conversación con The Sun, la mujer refugiada rompió el silencio. “Mis padres dicen estar avergonzados y que no pueden ni salir a la calle. Dicen que por mi culpa nadie en el Reino Unido va a refugiar a ucranianos”.
“Nunca planeé ir a esa casa o quitarle Tony a Lorna. Eso nunca pasó mi mente. Me caía bien la familia y pasé tiempo con Lorna, traté de ayudarla”, explicó.
“Hasta donde yo sé, ellos destruyeron su relación mucho antes que yo llegase. Su relación estaba quebrada. Nada de esto fue mi culpa”, agregó al ucraniana, quien no aguantó ni dos semanas en el lugar: “Yo decidí irme y Tony decidió venir conmigo”.